Un soldado dispara contra el fotógrafo japonés que ha muerto hoy en las revueltas. /REUTERS
el ejército deja ya 15 muertos

El Gobierno birmano permitirá la entrada del enviado especial de la ONU

Las fuerzas de seguridad han abierto fuego contra miles de manifestantes y han matado a nueve personas, entre ellos un fotógrafo japonés y un monje budista

BANGKOK Actualizado: Guardar
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La situación en Birmania empeora por momentos mientras aumentan las condenas internacionales. Las fuerzas de seguridad, que hasta el momento han detenido a cerca de un millar de personas, han abierto hoy fuego desde dos frentes contra miles de manifestantes en Tamew, distrito del este de Rangún, y han matado a nueve manifestantes, entre ellos un monje y un fotógrafo japonés.

El Gobierno de Birmania (Myanmar) ha respondido a la presión internacional y ha permitido la entrada en el país a Ibrahim Gambari, el representante especial del secretario general de la ONU, que el miércoles fue enviado a ese país asiático para evaluar la deteriorada situación política, según ha informado Naciones Unidas.

El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, ha expresado su satisfacción por la decisión del Gobierno de Birmania de recibir a su enviado especial. El ministro de Asuntos Exteriores birmano, general Nyan Win, ha comunicado a Ban Ki Moon que Gambari "será bien recibido por el Gobierno de Birmania ". Gambari se encontraba en Singapur a la espera del visado para poder entrar en el convulsionado país.

Por su parte, la Embajada de Japón en Birmania ha confirmado la muerte del reportero Kenji Nagai, de 50 años, que cubría las protestas para la agencia nipona APF News. El portavoz del Gobierno, Ye Htut, ha admitido que la Policía antidisturbios se enfrentó con los manifestantes en Rangún, matando a nueve personas e hiriendo a otras once. Ha añadido, además, que 31 soldados han resultado heridos.

La represión de las protestas pacíficas iniciadas hace diez días por los monjes budistas, que se ha cobrado hasta ahora la vida de 15 personas, se ha recrudecido hoy pese a que el Consejo de Seguridad de la ONU instó ayer a la Junta Militar a ejercer la "contención" en sus actos violentos contra la población civil.

Asalto a los monasterios

Miles de manifestantes, hasta 70.000 según algunas fuentes, llegaron a congregarse hoy en el centro de Rangún y gritar consignas contra el régimen militar como "Venceremos", "Venceremos".

En medio de la oscuridad de la noche y con vehículos militares, los soldados tumbaron las puertas de seis monasterios de Rangún en donde los soldados detuvieron a unos 800 monjes y mataron a otro de un disparo, según han informado las radios birmanas de la disidencia. Según varios testigos, en el monasterio Ngwe Kyar Yan unas 10.000 personas se enfrentaron a los soldados y policías estacionados en el lugar para impedir que se formase una nueva movilización.

En la pagoda de Sule, en el casco viejo de Rangún, otros varios cientos de personas protagonizaron una sentada, apoyando con cantos y rezos a un grupo de bonzos, hasta que los cuerpos de seguridad cargaron para dispersar la protesta con disparos y botes de humo.

Registros de hoteles

Asimismo, un destacamento militar entró hoy en el Hotel Traders, en el centro de Rangún, y comenzó a registrar habitación por habitación para buscar a varios periodistas extranjeros que han entrado en el país con visado de turista, según testigos citados por la emisora de radio birmana The Irrawady.

Varios furgones para presos fueron estacionados junto al Hotel Traders que, con 407 habitaciones en 22 pisos, se levanta en la zona donde tienen lugar las movilizaciones diarias contra el régimen.

Decenas de foráneos han sido expulsados de Birmania (Myanmar) en las últimas semanas por observar o fotografiar las multitudinarias manifestaciones contra la Junta Militar. "Algunos medios occidentales y antigubernamentales están sacando informaciones distorsionadas para alentar las protestas", ha denunciado hoy el diario estatal "La Nueva Luz de Myanmar" en su editorial.

Muestras de repulsa

Las declaraciones y reacciones de condena de la represión ejercida por el régimen de Birmania (Myanmar) se suceden y los Estados miembros de la UE han acordado hoy preparar con urgencia nuevas sanciones contra el gobierno birmano.

Por su parte, China ha pedido hoy contención a "todas las partes" de la crisis en Birmania (Myanmar) para evitar una escalada de la tensión, aunque no condenó la represión militar contra las manifestaciones pacíficas e instó a la prensa internacional "a no exagerar".

"Como país vecino, China sigue de cerca la situación en Myanmar y espera que todas las partes ejerzan contención y manejen adecuadamente el asunto, a fin de evitar una escalada y complicación de la crisis", ha dicho hoy la portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Jiang Yu.

En Bangkok, un centenar de personas se ha manifestado hoy frente a la Embajada de Birmania para condenar la dureza empleada por la Junta Militar para disolver las manifestaciones pacíficas y ha pedido la liberación de la líder del movimiento democrático birmano, Aung San Suu Kyi.

También, los líderes cristianos del Sudeste Asiático, entre ellos el jefe de la Iglesia anglicana de Birmania, arzobispo Samuel San Si Htay, y el secretario general de la Conferencia Cristiana de Asia (CCA), Prawate Krid-arn, han manifestado hoy su total apoyo a la revuelta de los monjes budistas contra la Junta Militar birmana.