Joseph Estrada, depuesto presidente de Filipinas. /AP
declarado inocente de perjurio

El ex presidente filipino Joseph Estrada, condenado a cadena perpetua

El depuesto jefe de Estado cumplirá condena por los delitos de corrupción y abuso de poder tras un juicio que ha durado seis años

MANILA Actualizado: Guardar
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El depuesto presidente de Filipinas Joseph Estrada ha sido condenado a cadena perpetua en el juicio al que ha sido sometido por delitos de corrupción y abuso de poder, y que ha durado seis años.

"Es culpable más allá de cualquier duda razonable" ha anunciado la portavoz del Tribunal Anticorrupción al dar lectura al fallo de las tres acusaciones presentadas contra el ex mandatario. La sentencia ha sido emitida por el Tribunal Anticorrupción, después de seis años de un complicado juicio, considerado el más sensacional desde que se intentó procesar por ese mismo motivo a los familiares del ex presidente Ferdinand Marcos.

El tribunal ha declarado inocente de perjurio a Estrada, que apuntó antes del juicio que recurrirá a la sentencia, que calificó de "decisión política". La presidenta del tribunal, Teresita de Castro, ha manifestado que Estrada puede regresar temporalmente a su residencia de Tanay, situada a las afueras de Manila, y donde cumple arresto domiciliario desde julio de 2004.

Además, el Tribunal Anticorrupción de Filipinas ha ordenado inmovilizar 87 millones de dólares (unos 62,8 millones de euros) de las cuentas bancarias del depuesto presidente. La suma de dinero, acumulada mediante la aceptación de sobornos, la apropiación ilícita de fondos procedentes de los impuestos al tabaco, y las comisiones recibidas por favorecer operaciones bursátiles, pasarán a ser propiedad del Estado, según ha indicado el tribunal al anunciar los fallos del juicio.

De actor de éxito a presidente corrupto

El ex presidente Estrada, 'Erap' como así le llaman, es un antiguo héroe de películas de acción, con vocación de cantante, mujeriego y jugador confeso, que está acusado de saquear las arcas del Estado.

Los seguidores de Estrada, aún abundantes entre la clase social filipina más desfavorecida, claman que el ex presidente fue apartado del poder en el 2002 con un golpe de Estado urdido por la elite empresarial, la influyente Iglesia Católica y los militares. Durante estos años de detención, Estrada, de 70 años, ha insistido en que es inocente de todos los cargos que se le imputan.