El etarra José María Arregi Erostarbe 'Fiti', en foto de archivo.
sentencia

La Audiencia Nacional condena al etarra Fiti a 26 años y ocho meses de cárcel

Envió en abril de 1990 un paquete bomba al despacho del comisario general de la Expo 92, Manuel Olivencia, e hirió a una empleada

MADRID Actualizado: Guardar
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La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado hoy al dirigente de ETA José María Arregui Erostarbe, alias 'Fiti', a 26 años y 8 meses de prisión por el envío en abril de 1990 de un paquete bomba al despacho del comisario general de la Expo 92, Manuel Olivencia, que fue abierto por una empleada, lo que le causó la amputación de la mano izquierda y otras heridas.

La sentencia, hecha pública hoy, considera responsable a Fiti de la comisión de un delito de asesinato terrorista en grado de tentativa, lesiones graves y lesiones menos graves y le condena además a pagar a la empleada una indemnización de un millón de euros por las heridas sufridas a consecuencia de la explosión.

Los jueces de la Sección Primera consideran probado que Arregui Erostarbe, utilizando sus conocimientos como experto en explosivos, confeccionó el paquete que envió por vía postal desde Vitoria (Álava), usando una etiqueta con membrete del Departamento de Cultura y Turismo del Gobierno Vasco al entonces comisario de la exposición.

150 gramos de amonal

El paquete contenía un artefacto compuesto por un envoltorio que incluía un libro hueco donde se habían colocado 150 gramos de amonal y tuercas a modo de metralla, con objeto de que ocasionaran el fallecimiento del destinatario y otras personas que pudieran encontrarse en el despacho al abrir el volumen.

La encargada de la correspondencia María del Carmen Felipe retiró el envoltorio y abrió el libro para inspeccionarlo lo que provocó la explosión que generó las heridas mencionadas. También resultó herido de menor gravedad el conserje Joaquín Morente que será indemnizado, según la sentencia, con una cantidad de 30.000 euros.

ETA reivindicó la autoría del atentado mediante el envío de un comunicado remitido a Gara. El análisis de los restos del paquete llevó a concluir que en el mecanografiado del mismo se había utilizado una máquina idéntica a la empleada en otros textos y cartas de la banda. Se encontraron además dos huellas dactilares pertenecientes a 'Fiti'.