Rajoy exige al PP que se dedique al «único objetivo» de ganar las elecciones

El líder del PP, Mariano Rajoy, ya es oficialmente el candidato del partido a la Presidencia del Gobierno. Ha sido designado en la Junta Directiva Nacional, ante la que se ha mostrado convencido de que el triunfo es posible. Además, ha anunciado que podrá todo su empeño y determinación en ese propósito, al tiempo que ha exigido al partido que tenga como "único objetivo" la victoria electoral.

Su designación se ha producido después de un mes de agosto de polémica en torno a su liderazgo en el PP a raíz unas declaraciones del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, expresando de nuevo su disposición a ir en las listas electorales y de unas afirmaciones del presidente fundador del partido, Manuel Fraga, que apuntaban la conveniencia de ir preparando la sucesión.

El mensaje de Rajoy al partido ha sido claro con esa polémica todavía reciente: "Exijo al PP que haga el máximo esfuerzo. Lo demás no nos importa. Pido sentido común y que se pongan todos los medios para este objetivo. Todos tenemos la máxima experiencia para saber qué es lo que conviene y qué es lo que no conviene al PP".

"Un Gobierno como Dios manda"

El ya candidato se ha mostrado confiado en la victoria pese a que, según ha señalado, "Zapatero ha comenzado la operacion disimulo, que consiste en aparentar ser más duro y firme que nadie contra ETA". Sin embargo, ha matizado, "el tiempo de la credibildiad de Zapatero ha terminado. Ahora que se avecina la incertidumbre y las dificultades se necesita gente seria y capaz de solucionar los problemas. Lo que se necesita es el PP, que somos mucho mejores, tenemos un equipo mucho mejor y hemos demostrado que sabemos gobernar con eficacia".

Rajoy no ha querido concretar el contenido del programa electoral que ya está preparando el PP, con el ex ministro Juan Costa a la cabeza. Únicamente ha apuntado que "conocemos los desafíos y haremos el mejor programa, a eso nos vamos a dedicar y le garantizo a los españoles que tendrán un programa como se merecen. Se acabaron la chapuzas, las ocurrencias, la improvisación y el Gobierno sin rumbo; el nuestro será un Gobierno como Dios manda".

Derrota de ETA y defensa de la España constitucional

En la reunión, Rajoy ha planteado los grandes temas para la precampaña y campaña: la derrota de ETA, la defensa de la España constitucional y la mejora del bienestar.

A ellos se ha referido entre críticas al presidente Rodríguez Zapatero durante su intervención ante los dirigentes del PP. Rajoy ha lamentado que "no hay en su discurso (del presidente) y en sus hechos una coherencia y una lógica nacional". Según ha expuesto, para Zapatero España no es "una realidad histórica sino una realidad contable, un reparto de transferencias competencias según convenga. Lo que importa es lo que le convenga a él".

La consencuencia de todo esto, ha apuntado, ha sido el incremento de las desigualdadades entre los españoles y la debilidad del Estado nacional. Además, ha atribuido a Zapatero "algo sorprendente" que nadie había conseguido hasta ahora: "que unos militantes de partido tengan que crear otra fuerza para defender lo que defendía su aprtido hasta la llegada de Zapatero al PSOE".

Sobre ETA ha señalado que sólo hay una solución: "Una banda no puede ganar la batalla, puede hacer daño pero no puede lograr sus objetivos". En este punto se ha felicitado por que ETA no haya tenido "acierto" en Logroño y ha recordado que apoya al Ejecutivo para derrotar a la banda terrorista pero no para negociar con ella.

Del dedazo de Aznar a la nominación exprés Desde el PSOE, José Blanco no ha tardado en reaccionar a la designación de Rajoy como candidato. El secretario de Organización ha calificado de "acto precipitado" esa elección y ha augurado al líder de los populares un futuro incierto: "Mal empeiza Rajoy cuando debe invertir la mitad de su tiempo en pedir sentido común a sus dirigentes y la otra mitad en hablar de terrorismo y de que se rompe España". El dirigente socialista ha sido muy crítico con los pasos que ha dado el PP hasta llegar a la designación de su candidato. Ha pasado del "dedazo de Aznar" a la "nominación exprés", ha apuntado al término de la Comisión Permanente del PSOE. Y todo, ha señalado, "para terminar de la misma forma que en 2004: con una derrota en las urnas".Pese a esa rapidez que aprecia el PSOE para que a Rajoy "no le muevan la silla", para Blanco "no parece que la nominación vaya a aplacar la batalla por el liderazgo en que está enzarzado el PP; lo que estaba en cuestión y sigue estando en cuestión no era el candidato, sino la sucesión y la falta de programa, y hoy no han resuelto el problema", ha insistido.