Los padres de Madeleine, llegan con sus hijos a Inglaterra. /Reuters
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Los McCann vuelven a negar que participaran en la desaparición de Madeleine

Los padres de la pequeña, que han pasado de víctimas a sospechosos, vuelven al Reino Unido con el consentimiento de la Policía lusa

PLAYA DE LA LUZ (PORTUGAL) Actualizado: Guardar
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Los padres de Madeleine, Kate y Gerry McCann, se han dirigido a primera hora de hoy al aeropuerto luso de Faro para tomar un vuelo de regreso al Reino Unido. Les rodeaban decenas de periodistas y algunos policías que organizaban la caravana. Al llegar, han accedido al avión por un área reservada.

El matrimonio, que ha confesado sentirse asustado por las acusaciones de que mataron accidentalmente a la niña y ocultaron el cadáver, ha partido a las 08.30 GMT con sus dos hijos gemelos de dos años y otros familiares en un vuelo de Easy Jet rumbo a East Midlands. Los McCann han negado haber participado en la desaparición de su hija en un comunicado leído por su portavoz después de despegar el avión que los lleva de regreso al Reino Unido. El matrimonio ha tomado la decisión de reintegrar a sus otros dos hijos gemelos de dos años en la vida normal en su país, tras los acontecimientos "muy perturbadores" de los últimos días.

Portavoces de la pareja han explicado que las autoridades portuguesas están de acuerdo con el viaje a Gan Bretaña y que no tiene impedimento legal por la condición oficial de "arguidos" o sospechosos que les fue impuesta el viernes, tras largos interrogatorios sobre restos de sangre y otras evidencias encontrados en su automóvil y objetos personales.

Sólo horas antes del viaje al Reino Unido, fuentes de la familia habían asegurado en una reunión limitada a periodistas británicos que la pareja había decidido permanecer en Portugal para limpiar su nombre, aunque estaban muy afectados por el curso de los acontecimientos.

Un viaje con el consentimiento policial

Kate McCann fue interrogada durante 16 horas y Gerry durante ocho antes de que la Policía les considerara sospechosos y les dictará una medida de control de identidad y residencia que no les impide abandonar el país si piden permiso.

Los portavoces familiares citados por la cadena de televión SKY han asegurado que el viaje de la pareja se realiza con el acuerdo de las autoridades portuguesas y fuentes de la policía lusa confirmaron a medios locales que están al corriente de la salida del matrimonio.

Tras ser declarados oficialmente sospechosos, los McCann se mantuvieron este sábado recluidos en su casa alquilada de Playa de la Luz, cerca de donde desapareció su hija de cuatro años el pasado 3 de mayo, y sus portavoces solo atendieron a medios británicos. La pareja, que quiso pasar el día en familia, con sus dos gemelos de dos años, prefirió no leer los diarios y ni siquiera fueron a misa, como hacen todos los días, según personas de su entorno.

Aunque formalmente no se han difundido las sospechas policiales que pesan sobre la pareja de médicos británicos, diversos medios y fuentes cercanas a ellos y la investigación coinciden en que se trata de homicidio involuntario y ocultación de cadáver.

Tras declararles sospechosos las autoridades portuguesas pueden llamarles para nuevos interrogatorios, llevarlos ante el juez de instrucción e incluso recluirlos en prisión preventiva, aunque su salida del país afectará cualquiera de esas medidas.

Una posible muerte accidental

Las sospechas de la policía se basan en análisis de restos biológicos y rastros de cadáver encontrados por perros sabuesos en el apartamento, el automóvil y efectos personales de la pareja que fueron analizados en un laboratorio del Reino Unido.

Según fuentes extraoficiales, hay un elevado grado de certeza de que los restos de sangre hallados en el coche que el matrimonio alquiló 25 días después de la desaparición de Madeleine tienen la huella genética de la niña.

Los investigadores creen que Madeleine pudo morir de forma accidental y su cuerpo y ropas fueron ocultados y trasladados de lugar, lo que explicaría los restos de sangre del coche y los rastros del cadáver que, al parecer, fueron detectados por los perros en un sofá y en prendas de vestir de la madre.

Miembros de la familia McCann han apuntado a las cadenas británicas de televisión que los agentes lusos presionaron a Kate para que reconociera la muerte accidental de su hija e incluso acusaron a la policía de fabricar pruebas para solucionar el caso mediante la incriminación a los padres.