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Detenido un doble de Bin Laden frente al hotel en el que se aloja Bush en Sidney

El impresionante dispositivo de seguridad desplegado a la llegada del presidente de EEUU ha revolucionado la ciudad australiana

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Un grupo de cómicos de la TV australiana, incluido uno disfrazado de Osama bin Laden, han sido detenidos ayer en Sidney tras burlar varios controles hasta llegar a unos pocos metros del hotel en el que se aloja el presidente de EEUU, George Bush, desde que llegó el martes a la ciudad australiana para asistir a la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).

Los comediantes del grupo The Chaser, que viajaban en una caravana de tres vehículos negros y dos motos que simulaba transportar a una delegación oficial canadiense, provocaron con la broma la furia de los responsables policiales, que no le encontraron la gracia al altecado.

"No le veo la gracia a lo que ocurrió hoy. No le veo la gracia para nada", ha señalado el ministro para la Policía, David Campbell, en referencia a lo ocurrido.

Impresionante dispositivo de seguridad

Bush ha revolucionado Sidney desde su llegada a bordo de un avión privado escoltado por dos Jumbos y una nave de cargo, y acompañado por un séquito de más de 400 asesores y 250 guardias secretos.

Lo esperaban una limusina blindada y un convoy de unos 30 vehículos, docenas de policías motorizados y seis ambulancias que lo trasladaron a golpe de sirena hasta un lujoso hotel, en el que ocupa una suite de siete habitaciones por 4.300 dólares diarios.

Desde su llegada, el dispositivo de seguridad del presidente se ha convertido en la comidilla de la prensa local y en la pesadilla de los residentes de Sídney y las autoridades policiales, que se han visto ya en más de un aprieto.

Entre las llamativas actuaciones ha destacado el despliegue marítimo para su desplazamiento hasta la sede de la Armada australiana en Garden City, al norte del puerto de Sídney y que incluyó un lujoso yate blanco, en el que viajaban Bush y otras personalidades, y al que seguían los pasos seis Zodiac negras y unos ocho agentes del orden en motos acuáticas, además de media docena de helicópteros al acecho de cualquier movimiento extraño.

Queja ciudadana

Las medidas extraordinarias necesarias para proteger al mandatario han provocado más de una queja entre los ciudadanos de la amigable Sídney que contemplan con asombro el fuerte en el que se ha convertido su ciudad.

"Pido disculpas al pueblo australiano si he causado esas molestias", dijo Bush esta semana en referencia a los trastornos que origina su presencia y, aunque en menor medida, la de los otros 20 líderes que asisten estos días a la cumbre del foro de la APEC.

"No quiero llegar a una comunidad y que digan, vaya dolor de cabeza tener aquí al presidente estadounidense", añadió, para precisar que "desafortunadamente es lo que las autoridades han decidido que es necesario para proteger a la gente".