El milanista Kaká disputa un balón con el sevillista Dani Alves durante la final de la Supecopa de Europa en Mónaco. /AP Photo
comportamiento ejemplar de los italianos

El Milan se lleva la Supercopa y hace pasillo de honor al Sevilla

Los de Ancelotti se han impuesto por 3-1 y han sido justos vencedores en una final marcada por el fallecimiento de Puerta

MADRID Actualizado: Guardar
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Antonio Puerta ha estado presente en la final de la Supercopa en todo momento gracias al ejemplar compartamiento de los aficionados de ambos equipos. Además, los jugadores del Milan han hecho un pasillo al Sevilla cuando han recogido su copa de subcampeón y no han dado la vuelta de honor como señal de respeto a los hispalenses.

Los sevillistas empezaron el encuentro algo fríos tras el minuto de silencio por su compañero Puerta y el Milán gozó de algunas ocasiones hasta que en el minuto 16, Renato puso por delante al Sevilla. Desde ese momento, los de Juande Ramos borraron a los italianos del campo que podrían haber haber ido perdiendo por una diferencia más abultada si los delanteros sevillistas hubieran tenido más puntería.

Uno de los detalles más interesantes del encuentro se produjo en el descanso. Los aficionados del Milan, que habían desplegado una pancarta en homenaje a Puerta en el fondo en el que se encontraban, la descolgaron para entregársela a los hichas del Sevilla mientras gritaban “¡¡Puerta, Puerta!!”. Este bonito gesto fue agradecido por los aficionados sevillistas que recibieron un excelente trato por parte de sus rivales en la grada.

El Milan, arrollador tras el descanso

La segunda parte comenzó mal para los sevillistas. El Milan salió más agresivo que los de Juande y a los diez minutos han logrado equilibrar el marcador gracias a un gol de cabeza del veterano Inzaghi. Sin tiempo para reaccionar, y tan solo cuatro minutos después, el Milán trenzó una gran jugada que Jankulovski culminó con una espectacular volea.

En los últimos minutos, el Sevilla se volcó en el ataque para remontar aunque no consiguió marcar. En el minuto 88, el árbitro señaló un penalti ha favor de los milanistas que Kaká se encargó de tirar y que Palop logró despejar, aunque en el rechace el brasileño ponía el definitivo 3-1 en el marcador.