Un soldado holandés muere y otro resulta herido en un atentado en Afganistán

Un sargento holandés murió y un cabo de la misma nacionalidad resultó herido anoche por la explosión de un artefacto casero en la provincia de Oruzgán, en el sur Afganistán. Los militares estaban integrados en la Fuerza de Asistencia para la Seguridad (ISAF) desplegada en Afganistán bajo mando de la OTAN.

El sargento, M.R. Rosier, de 30 años, se encontraba a 12 kilómetros al norte de la base holandesa de Deh Rawod y había salido de su vehículo para buscar un artefacto explosivo cuando se produjo la detonación que le causó la muerte. B. van Mourik, de 23 años, el cabo que le acompañaba, resultó herido en la cabeza pero su vida no corre peligro.

Rosier es el décimo militar holandés muerto en el marco de la misión internacional que trata de estabilizar el país tras el derrocamiento del régimen talibán y la sexta víctima mortal como consecuencia directa de una acción violenta.

El Gobierno de Holanda, que atribuye a radicales talibanes este atentado, estudia en la actualidad la conveniencia de prolongar la presencia de militares de sus país en Afganistán más allá de agosto de 2008. Unos 1.800 soldados holandeses están desplegados en Oruzgan, según ANP.