Seis italianos mueren de un tiro en la cabeza en la ciudad alemana de Duisburgo

Seis hombres de nacionalidad italiana, de entre 16 y 39 años y emparentados entre sí, han sido asesinados de un tiro en la cabeza en la madrugada de ayer, miércoles, en la ciudad alemana de Duisburgo en uno de los sucesos más sangrientos de los últimos años ocurridos en Alemania, en un ajuste de cuentas protagonizado por miembros de la organización mafiosa calabresa Ndrangheta. Los asesinos dispararon más de 70 balazos y, antes de huir, remataron a sus víctimas con un tiro en la cabeza.

Los cuerpos de las víctimas han sido hallados sobre las 2:30 horas de la madrugada, en las cercanías de la estación de tren de Duisburgo, por una patrulla de la policía que había sido alertada por un transeúnte. Cuando los agentes llegaron al lugar se encontraron con un espectáculo macabro. Algunos de los cadáveres se encontraban en el interior de un Volkswagen Golf y en otro coche marca Opel y el resto sobre el asfalto. Una de las víctimas, que se encontraba herida de gravedad, perdió la vida en el traslado al hospital sin realizar declaraciones sobre las circunstacias del suceso.

Según varios testigos, dos individuos fueron vistos cerca del lugar poco antes de la masacre. Una transeúnte escuchó ruido de disparos y alertó a los policías que patrullaban por la zona. La policía ha comenzado los interrogatorios a los familiares mientras se practican las autopsias a las seis víctimas de una masacre inédita en la historia del crimen organizado italiano pues, según el Ministerio Interior italiano, es la primera vez que la mafia lleva a cabo un asesinato múltiple en territorio germano, donde residen más de medio millón de italianos

"Masacrados sin piedad"

Según la policía, las víctimas habían acudido al restaurante italiano Da Bruno, propiedad de Giuseppe Strangio, una de las víctimas, para celebrar el cumpleaños de Tomaso Venturi que había cumplido 18 años. Según las primeras investigaciones, los asesinos estaban ocultos en un costado del restaurante y esperaron a que todos se encontraran en el interior de los dos automóviles para atacar.

"Las víctimas fueron masacradas sin piedad", ha señalado el oficial que dirige las investigaciones, Heinz Sprenger. "Dispararon a quemarropa y todas las victimas presentan numerosos impactos de bala", ha añadido el oficial. A pesar de que las autoridades no han permitido realizar fotografías de los vehículos, un portavoz de la policía ha revelado que ambos presentaban decenas de orificios de bala.

Posible ajuste de cuentas entre clanes rivales

Expertos policiales barajaban un posible enfrentamiento entre clanes rivales de la mafia calabresa, la Ndrangheta, hipótesis reforzada tras la declaración del ministro del Interior italiano, Giuliano Amato, quien ha revelado desde Roma que la matanza representa el más reciente capitulo de un sangriento ajuste de cuentas mafioso protagonizado por dos clanes familiares de Calabria. "Lo ocurrido en Alemania es la continuación de un conflicto entre familias que surgió en San Lucca ", ha explicado el ministro.

Según la policía, cinco de las víctimas pertenecían a un clan familiar del pueblo de San Lucca en la región de Calabria y casi todos eran conocidos por la policía de Duisburgo. Uno de ellos había sido perseguido por lavado de dinero y el resto, salvo Tomaso, habían sido castigados por cometer pequeños delitos en Alemania.

Sin embargo, a las autoridades alemanas les llama la atención que este probable ajuste de cuentas haya tenido lugar, por primera vez, en el extranjero y no en Italia. La presencia de calabreses en Alemania es muy fuerte, pero hasta ahora siempre se han comportado discretamente sin llamar mucho la atención en una ciudad tranquila en la que nunca se había registrado un hecho sangriento relacionado con actividades de la mafia, según la policía.