El Atlético regresa a Europa con sufrimiento

El Atlético de Madrid regresa a competición europea más de siete años después, gracias a su sufrido triunfo de anoche frente al Gloria Bistrita rumano en el duelo de vuelta de la tercera ronda de la Intertoto, encarrilado por un gol del uruguayo Diego Forlán en el minuto diez (1-0).

Su contrincante, que había ganado en la ida por 2-1, nunca tiró la toalla e incluso creció en la segunda mitad, en la que, más por deméritos del conjunto madrileño que por sus propias condiciones técnicas, fue capaz de mantenerse vivo en la eliminatoria hasta el final del encuentro.

El Atlético afrontaba su "último esfuerzo para cumplir la palabra de ir a Europa", en declaraciones de Javier Aguirre en la previa. Y no la desaprovechó en el estadio Vicente Calderón, con buen ambiente en las gradas y ante un rival peleón, que en ocasiones se empleó con demasiada dureza, pero técnicamente inferior a los locales.

Primer gol de Forlán

La resistencia del bloque rumano, que preparó un entramado defensivo con cinco zagueros y cuatro centrocampistas, apenas duró diez minutos, el tiempo que tardó el conjunto rojiblanco en crear su primera ocasión y marcar el 1-0, por medio del uruguayo Diego Forlán, debutante en el Atlético tras su fichaje de este verano.

Ese gol, fruto de un mal despeje de la defensa visitante, tranquilizó el partido para el equipo madrileño, clasificado con ese resultado para la segunda ronda previa de la Copa de la UEFA, pero que se lanzó a sentenciar la eliminatoria cuanto antes. Su única amenaza atrás, entre tanto, eran sus propios desajustes defensivos.

El Atlético, sin ningún susto para el argentino Leo Franco en toda la primera mitad, tenía la posesión del balón, movía la pelota con un criterio poco habitual en los últimos años y disponía de más ocasiones, guiado en ataque por un explosivo 'Kun' Agüero, Forlán y Maxi, protagonistas de tres intencionados disparos.

Nervios en la segunda mitad

Aún así, con tiro al poste incluido del portugués Maniche, se marchó al descanso con sólo un gol, un resultado suficiente para superar la eliminatoria pero inquietante para la segunda parte, sobre todo porque el Atlético salió dormido, como en la primera mitad de hace una semana en Rumanía.

Ya no había ocasiones. Ni siquiera un control exclusivo de la pelota por parte del equipo rojiblanco en la reanudación, en la que el centenar de aficionados rumanos aún creyeron en la proeza con un disparo alto de Dobre, la oportunidad más convincente del Gloria Bistrita hasta el ecuador del segundo tiempo.

Sólo el argentino 'Kun' Agüero, máximo goleador y campeón del pasado Mundial sub'20, tenías las ideas claras. El ariete aprovechó su velocidad y habilidad para fabricar nuevas ocasiones, como una rápida carrera ante varios contrarios y un recorte magnífico en el área que finalizó, sin embargo, con un disparo mínimamente desviado.

Pero el Atlético sufría ante su contrincante, que llegaba cada vez con más facilidad, aunque sin profundidad, y que lanzaba inquietantes saques de esquina. No marcó, pero mantuvo la intranquilidad del equipo madrileño, que respiró con el pitido final. Ya regresa, por fin, a Europa. Siete años después.