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Una de las condenadas a muerte./ ARCHIVO
acusadas de contagiar el sida

Libia conmuta la pena de muerte de las enfermeras búlgaras por cadena perpetua

Las cinco sanitarias y un médico palestino llevan ocho años en la cárcel por infectar de sida a varios niños libios

EFE | TÚNEZ
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El Alto Consejo de Justicia libio ha revocado hoy las condenas a muerte que pesaban sobre las cinco enfermeras búlgaras y el médico palestino, acusados de haber contaminado a 438 niños con el virus del sida. La instancia jurídica puesta bajo la autoridad del Ministerio de Justicia ha decidido conmutar las penas de muerte por cadena perpetua, lo que debe desembocar en la extradición a Bulgaria de los seis cooperantes sanitarios.

El Alto Consejo de Justicia tuvo en cuenta la decisión de las familias de los niños de renunciar a la pena de muerte tras haber recibido cada una de ellas una indemnización de un millón de dólares. El pago de la llamada "deuda de sangre" facilitó la revocación de las penas de muerte, aunque todavía queda por realizarse el procedimiento que debe conducir a la liberación de las cinco enfermeras y el médico.

Las enfermeras Kristiana Valtcheva, Nasia Nenova, Valentina Siropulo, Valia Tcherveniachka y Snejana Dimitrova, y el médico Achraf Yumaa vieron hoy terminado el calvario vivido durante los ocho años que permanecieron encarcelados.

La Fundación Gadafi, dirigida por Seif El Islam, uno de los hijos del líder libio, Muamar Al Gadafi, entregó el documento por el que las familias se declaran satisfechas de haber recibido una indemnización de un millón de dólares cada una de ellas. Un portavoz de la Fundación confirmó que todas las familias recibieron la indemnización a cargo del fondo internacional de ayuda creado en 2005 para ayudar a Libia a combatir el sida.

El fondo ha sido dotado colectivamente por Bulgaria, Libia y varios países europeos, con el apoyo de la Unión Europea (UE) y los Estados Unidos.

Además, Bulgaria ofreció hoy a Libia condonar una parte de su deuda bilateral, que asciende a unos 400 millones de dólares, con el objetivo de salvar las vidas de las cinco enfermeras búlgaras y el médico palestino, condenados a muerte por haber supuestamente infectado a más de 400 niños libios con el virus del sida. El ministro del Exterior búlgaro, Ivailo Kalfin, confirmó la oferta ante la prensa sin dar más detalles ni cifras.