debate sobre el estado de la Nación

Rajoy contrarresta el discurso positivo de Zapatero criticando su «lamentable» gestión

El presidente del Gobierno asegura que "no hay vía alguna para el diálogo" con ETA ni "margen alguno para intentarlo"

MADRID Actualizado: Guardar
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Si el discurso del presidente del Gobierno no ha dejado un resquicio a la autocrítica, el de Mariano Rajoy se ha caracterizado, además de por su tono extremadamente duro -"faltón y despreciativo", según Zapatero-, por no aprobar ni una sola de las medidas tomadas por el Ejecutivo durante el último año, cuya actuación ha tachado de "lamentable" y su gestión de "pobre, alicorta y carente de perspectiva". Una vez más, el cara a cara ha constatado los desencuentros entre el Gobierno y el PP.

Entre las promesas más relevantes presentadas hoy por Zapatero sobresale el compromiso de que cada familia perciba 2.500 euros por cada nuevo hijo que nazca. "Muchas gracias, señor Zapatero, nuestra propuesta electoral son 3.000 euros por hijo", ha replicado Rajoy.

El presidente del Gobierno ha dibujado, durante su intervención, un escenario optimista en el que España figura como actor protagonista y en donde todo ha ido a mejor. Económica, social y políticamente, el Ejecutivo de Zapatero ha conseguido, a juicio del propio presidente, crear una "foto fija de España positiva", sobre todo "si se compara con la de 2004". Del blanco al negro: para Rajoy el balance "es tan pobre que da vergüenza".

De lo bueno a lo malo

Zapatero ha asegurado ser "consecuente" con las promesas realizadas antes de acceder al poder respecto a abrir un "tiempo nuevo" basado en renovar la vida pública, practicar una política exterior europeísta, crear más empleo, llevar a cabo nuevas políticas sociales y extender los derechos ciudadanos, especialmente en la igualdad social.

Pero lo que Zapatero considera "coherente", Rajoy lo interpreta como el resultado de una política "lamentable" que se ha materializado en un discurso, el de hoy, más propio de "un mitin". "Estamos a punto de malversar una legislatura completa echando la culpa a la oposición", ha advertido para arremeter contra la Ley de Memoria Histórica, la asignatura de Educación para la Ciudadanía, la Ley de Violencia de Género, la política exterior o la actuación en la OPA sobre Endesa. Y la guinda: "La única decisión suya que puede tener interés para la gente es la fecha de las elecciones. Para todo lo demás me temo que carece de crédito".

Como era previsible, buena parte de la intervención del presidente del Gobierno se ha centrado en recalcar la marcha de la economía ("las previsiones están siendo corregidas continuamente al alza"), los datos de empleo ("somos un país a imitar en la creación de puestos de trabajo") y la consolidación del Estado del Bienestar ("Hemos conseguido que los españoles vivan mejor"). Entre las iniciativas, ha anunciado que, el próximo mes, el Ejecutivo destinará 4.300 millones de euros al Fondo de Reserva de la Seguridad Social, "la aportación más importante de la legislatura".

Rajoy ha reconocido que la economía "marcha bien", aunque no ha atribuido esa bonanza a la política del Gobierno, sino al resultado de la herencia dejada por el PP. Poco menos que ha sostenido que la economía marchaba sola. "No hubiera hecho falta un Gobierno para conseguir el mismo resultado", ha afirmado. Zapatero le ha replicado más tarde: "Eso que ha dicho es una tontería" impropia "de un líder político".

"No hay vía alguna para el diálogo"

Pero, sin duda, lo más esperado eran las palabras sobre ETA y la política antiterrorista. En este aspecto, Zapatero ha sido tajante al recordar que "no hay vía alguna para el diálogo" ni "margen para intentarlo", al tiempo que ha asegurado que la respuesta a la amenaza etarra "será implacable". Pero esa lucha no se puede hacer solo. Requiere unidad: "No entreguemos a los terroristas el premio de nuestra desunión. El interés común así lo exige", ha zanjado. Sólo juntos se puede "hacer intolerable la extorsión y la amenaza y hacer imposible la inserción de los etarras mientras no renunicien definitivamente a la violencia". "No hay margen por el final dialogado de la violencia", ha indicado mirando a la bancada 'popular'.

La política antiterrorista ha sido el escenario en el que más se ha recreado el líder del principal partido de la oposición. No ha dado tregua y todo han sido críticas. Ha recriminado a Zapatero por "engañar a todo el mundo" y "jugar con la Ley" durante las conversaciones con ETA. "Estamos caminando sobre los escombros de su mayor fracaso, del que no ha querido darnos explicación y de que tiene una grave responsabilidad política pendiente". "Pactó con ETA la excarcelación de De Juana Chaos, llamándolo gesto humanitario para que no se notara. ¿Es eso buena fe?; pactó con ETA la comedia de pedir permiso al Parlamento en 2005 para hablar con ETA cuando ya llevaba tiempo haciéndolo. ¿Dónde está la buena fe? No le han engañado. No se han equivocado. Se ha equivocado usted que lleva tres años tratando de engañar a todo el mundo", ha acusado.

El jefe del Ejecutivo ha asegurado que su objetivo siempre ha sido "derrotar" definitivamente el terrorismo y ha enmarcado ese compromiso en la decisión de "explorar las posibilidades reales de negociar la disolución" de ETA. Tras señalar que mientras hubo una sola oportunidad de salvar vidas "intentó aprovecharla", ha garantizado que en todo ese periodo han funcionado plenamente los ejes fundamentales de la lucha antiterrorista: la eficacia policial, la justicia, la política penitenciaria, la cooperación internacional y el reconocimiento a las víctimas.

En un momento del cara a cara, Zapatero ha aprovechado para acusar a Rajoy de haber "empezado con ETA y acabado con ETA" en todos los debates importantes, lo cual, ha comentado, "es un balance tristísimo" en su tarea de oposición. Y de ese tema a otro: Zapatero ve "muy difícil" la cooperación del PSN y UPN en Navarra si no hacen una "rectificación de fondo" de los insultos y las mentiras.

Apertura democrática

En su intento por demostrar la apertura democrática experimentada durante esta legislatura, Zapatero ha reseñado que se ha reunido hasta en 52 ocasiones con los presidentes de Comunidades Autónomas y se ha citado siete veces con Mariano Rajoy, "quien, justo es reconocerlo, nunca ha puesto impedimentos a ello", ha dicho mientras el líder del PP le miraba con cara seria. A juicio del presidente, en estos tres años ha avanzado la trasferencia democrática con hechos como el "retroceso de la manipulación de TVE" y "la desaparición de la propaganda institucional".

Immigración, seguridad vial, educación, vivienda, justicia, medio ambiente y cultura son ámbitos por los que también se ha paseado el líder del Ejecutivo. En el ámbito judicial es donde ha puesto más interés al recordar "la deslegitimación intolerable e interesada de la acción de jueces y fuerzas de seguridad, Policía y Guardia Civil" por los atentados del 11-M o los policiales" por el caso Bono.

En relación con la polémica sobre la asignatura de Educación para la Ciudadanía, el jefe del Ejecutivo la considera "imprescindible" porque es una materia que "sólo enseña y enseña libertad", "no adoctrina" ni impone "ninguna ortodoxia".

Atentados en Líbano y Yemen

No han faltado tampoco en el debate alusiones a las misiones de las tropas españolas en el exterior, sobre todo en el Líbano, donde el pasado 24 de junio murieron seis militares.

Rajoy ha acusado a Zapatero de falta de "gallardía" por no dar explicaciones sobre la naturaleza de la misión en ese país en "guerra", teoría refutada por el presidente, quien, pese a admitir el riesgo, ha recalcado que una acción de guerra "es invadir un acuerdo y sin legitimidad" de la ONU, como ocurrió en Irak.

El jefe del Ejecutivo ha repasado los logros de su Gobierno, avanzó algunos compromisos de futuro y se detuvo especialmente en la buena situación económica y en las políticas sociales.