Uno de los asesinos de Sandra Palo abandona el centro de menores
La madre de la víctima llega minutos más tarde y no puede cumplir su deseo de ver a uno de los asesinos de su hija
MADRID Actualizado: GuardarEl asesino de Sandra Palo, R.G.F., 'Rafita', abandonó a las 8 de la mañana de hoy el centro de menores en el que ha estado recluido cuatro años, para cumplir los últimos tres años en un centro de régimen abierto, que podría estar en Canarias. La madre de la víctima no pudo cumplir su deseo de estar presente en ese momento.
El PP aprovechó esta salida para pedir al Gobierno la reforma de la ley del menor al objeto de "eliminar los espacios de impunidad", y el PSOE tachó la iniciativa de "tremendamente oportunista". Por su parte, el vocal del Consejo General del Poder Judicial, Félix Pantoja, calificó de "carentes de responsabilidad" las declaraciones del consejero de Justicia de la Comunidad, Alfredo Prada, sobre esta ley y la necesidad de su reforma.
María del Mar Bermúdez cree que podría ir a un centro de Canarias, pero también "se ha barajado Ceuta y Baleares". "Sé que en Canarias no le quieren y están muy preocupados", añadió la madre de Sandra, violada, atropellada y quemada hace cuatro años, cuando la víctima tenía 22, por tres menores y un adulto en un asesinato que calificó de "salvajada".
María del Mar hizo estas declaraciones después de ser asistida por una dotación sanitaria del SAMUR-Protección Civil, al sufrir un desmayo y un ataque de nervios frente a la puerta del centro de menores, situado en el distrito de Carabanchel.
Vestida con una camiseta con la foto de su hija, permaneció unas dos horas dentro de la dotación del SAMUR, donde dijo que habló por teléfono con el consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid, Alfredo Prada, con "alguien" del PP, pero no se acordaba bien quién era, y con la secretaria del juez.
Añadió que se había sentido engañada ya que no pudo ver la salida del furgón en el que iba uno de los asesinos de su hija, porque el juez le había informado que saldría a partir de las del 12 del mediodía y llegó tarde.
Aunque la secretaria del juez la invitó a hablar con ellos, desistió finalmente de acudir hasta el juzgado para que le aclararan por qué no se le informó de que Rafita, quien tenía 14 años cuando participó en el crimen, saldría a primera hora. Quería estar presente para decirle "lo que tengo dentro, mucha rabia acumulada".
Reconoció que ha vivido "mucho tiempo con mucha carga" y que tiene que cuidarse porque quiere seguir adelante con esta causa, ir hasta el Tribunal de Estrasburgo, y no quiere caer enferma porque además proyecta otra concentración para después del verano. "También tengo que estar bien- indicó- porque tengo otros dos hijos", de 13 y 24 años, y una nieta de un año.