La primera dama de Fidel
En 1959, tras el triunfo de la revolución, se casó con Raúl Castro, con quien tuvo cuatro hijos: Débora, Mariela, Nilsa y Alejandro
Actualizado: GuardarVilma Espín pasó de la lucha guerrillera a desempeñar el papel de Primera Dama en actos públicos junto a Fidel Castro y se volcó en la tarea de involucrar a las mujeres cubanas en el proyecto revolucionario.
Al frente de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), cargo vitalicio que ostentó desde 1960, y como miembro del Buró Político y el Comité Central del Partido Comunista de Cuba, se convirtió en una de las mujeres con más peso político y mayor cuota de poder en la revolución.
Dado el celo de Fidel Castro por mantener la privacidad de su vida familiar, Espín, que llegó a ser la máxima funcionaria cubana, actuó también durante años como Primera Dama en eventos y actos oficiales junto al líder cubano o en representación de la isla en el exterior.
Con la revolución desde el origen
Nacida en Santiago de Cuba en 1930 en el seno de una familia acomodada, estudió en el Massachusetts Institute of Technology de Estados Unidos y se convirtió en una de las primeras ingenieras químicas del país.
En la Universidad de Santiago se implicó en el Movimiento 26 de Julio -surgido tras el frustrado asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes liderado por Fidel Castro en 1953- y formó parte de su Dirección Nacional en la clandestinidad.
Vilma conoció a Raúl Castro en 1954 en México, durante el exilio de los hermanos Castro tras ser amnistiados después del asalto al Moncada, en un viaje que realizó a la capital mexicana para ayudar a los rebeldes.
En 1958 se incorporó al II Frente Oriental "Frank País" como delegada de la Dirección Nacional, donde combatió junto a Raúl Castro y otros líderes revolucionarios. En 1959, tras el triunfo de la revolución, se casó con Raúl Castro, con quien tuvo cuatro hijos: Débora, Mariela, Nilsa y Alejandro.
Dedicada a las mujeres
Volcada en la incorporación de las mujeres a la revolución, creó en 1960 la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) con el objetivo de "lograr el desarrollo integral de la mujer con vistas a su eficaz y plena incorporación a la construcción de la sociedad socialista".
Al frente de la Federación, a la que se afiliaron más de cuatro millones de cubanas, movilizó a las mujeres en apoyo de la revolución y marcó la pauta en temas tan dispares como el cuidado de la salud, la estética o la "eficiencia" en el trabajo de las cubanas.
Sus apariciones públicas fueron escasas durante los últimos años, y debido a su grave enfermedad.