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PSOE y PP se disputan mañana el poder con la vista puesta en las generales
Más de 35 millones de españoles eligen a los presidentes de trece Comunidades Autónomas y a los alcaldes y concejales de 8.111 municipios
Actualizado: GuardarLas elecciones de mañana son la primera vuelta de las próximas generales. Así lo han querido PSOE y PP, que han dado un rotundo sesgo nacional a la campaña de sus dos líderes. José Luis Rodríguez Zapatero busca en las urnas el refrendo a su política de estos tres años, mientras que Mariano Rajoy ansía tomarse la revancha. Por fas o por nefas, ambos persiguen sentar las bases para la victoria en marzo de 2008.
Poco más de 35 millones de ciudadanos están llamados a elegir 65.347 concejales, de los que saldrán 8.111 alcaldes, así como 812 diputados autonómicos, que a su vez designarán a 13 presidentes autonómicos.
Son algunos de los números de lo que está en juego mañana, unas cifras que, además de sus lecturas territoriales y locales, permitirán valorar si el proyecto gubernamental del PSOE cuenta con el respaldo mayoritario o, por el contrario, es la estrategia opositora del PP la que tiene un mayor apoyo ciudadano. Rajoy lo ha definido mejor que nadie: "cada voto va a servir para avalar o rechazar lo que nos ha acompañado estos últimos años". Más claro, agua.
Siempre ha sido así. Las elecciones municipales, y en menor medida las autonómicas, sirven para tomar el pulso a las preferencias del electorado. Hace cuatro años, en plena mayoría absoluta de José María Aznar, los socialistas ganaron los comicios locales por 123.000 votos, triunfo refrendado el 14 de marzo de 2004 por Rodríguez Zapatero con una ventaja de un millón largo de sufragios sobre Rajoy. Pero estas elecciones tienen además características específicas.
El terrorismo, muy presente en la campaña
Rajoy borró de su discurso los dos temas que habían sido la guía opositora en los primeros años de la legislatura. Ni la cuestión territorial, y los peligros para la unidad de España, ni el 11-M han ocupado un lugar digno de mención en sus intervenciones. Las referencias a que "España se rompe" o los intrincados vericuetos de la conspiración en los atentados islamistas han brillado por su ausencia. En cambio, ETA, Batasuna, Iñaki de Juana, ANV y la anexión de Navarra a Euskadi afloraron en todas sus apariciones. El líder opositor está convencido de que éste es el flanco débil de la política gubernamental y el que ha cosechado una amplia reprobación ciudadana.
Rodríguez Zapatero, en cambio, no ha tenido un eje claro de campaña. Defendió gestión, logros sociales en el terreno de los derechos, con atención preferente a las leyes de igualdad y dependencia, y denunció corrupción urbanística. Las alusiones a la lucha contra ETA se limitaron a contadas ocasiones. Tampoco hizo bandera de las reformas estatutarias, una de las joyas del primer tramo de la legislatura. El escaso interés ciudadano, expresado en las contundentes abstenciones en los referendos de Cataluña y Andalucía, desaconsejó avanzar por esa senda.
En definitiva, un debate muy alejado de la contienda municipal y autonómica, un distanciamiento que, por otra parte, no es novedad. Con las excepciones de las primeras convocatorias de estas elecciones, en especial en 1981 y 1985, la política nacional ha anegado siempre las campañas locales y territoriales. Los dos partidos mayoritarios creen que este debate aglutina y moviliza a sus electorados y, sobre todo, mide los estados de ánimo ante las generales que están a la vuelta de la esquina, dentro de diez meses.
Mítines de cierre
La campaña, que arrancó el pasado 10 de mayo, la cerraron ayer los principales líderes de los partidos políticos tras quince días de intensa actividad y máxima implicación. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, protagonizó el acto de clausura de la campaña del PSOE en la localidad madrileña de Fuenlabrada, si bien viajó antes a la ciudad en la que se crió, León.
Mientras, Mariano Rajoy asistió en el Palacio de los Deportes de Madrid a un multitudinario evento de cierre de campaña tras visitar Toledo y Alcázar de San Juan (Ciudad Real), la población más afectada por las tormentas de los últimos días.
El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, también eligió Madrid para poner el punto final a su campaña.