El ex agente ruso Andrei Lugovói. /AP
la fiscalía británica pide su extradición

El acusado de matar al espía Litvinenko denuncia motivaciones políticas

Rusia se niega a extraditar al ex agente contra el que Reino Unido presentará cargos por el envenenamiento del ex espía

AGENCIAS | LONDRES Actualizado: Guardar
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El empresario y ex miembro de los servicios secretos rusos Andréi Lugovói ha afirmado hoy que es inocente del asesinato en Londres del antiguo espía Alexandr Litvinenko y ha tachado de "políticas" las acusaciones vertidas por la Fiscalía británica.

"La acusación, sin lugar a dudas, tiene un trasfondo político. Yo no maté a Litvinenko, no tengo ninguna relación con su muerte", ha declarado Lugovói, citado por las agencias rusas.

Lugovói , el principal acusado en relación con el asesinato de Litvinenko en noviembre del pasado año con polonio 210, ha adelantado que pronto hará una declaración "que causará conmoción en la opinión publica británica".

"Ésta cambiará radicalmente la valoración de los eventos acontecidos en los últimos años en el Reino Unido en torno a varias figuras de origen ruso", dijo.

El ex agente del KGB, de 42 años, ha matizado que aún no ha recibido notificación oficial de que las autoridades británicas pedirán su extradición para que sea juzgado en ese país y que se enteró de la noticia por la prensa. "Con conocimiento de causa, puedo expresar mi desconfianza en las pruebas recabadas por la Justicia británica", apuntó.

Rusia se niega a extraditar a Lugovói

El 'caso Litvinenko' ha tomado hoy nuevos cauces y ha desatado una crisis diplomática entre Rusia y Reino Unido. La representante de la Fiscalía rusa, Marina Grídneva, ha declarado que está dispuesta a examinar las acusaciones contra el empresario y ex agente de seguridad Andréi Lugovói por el asesinato del antiguo espía ruso Alexander Litvinenko, pero ha recalcado que no lo extraditará.

Gridneva ha asegurado que "la Fiscalía General no ha recibido documentos oficiales ni petición de extradición" y ha anunciado que no extraditará al agente, contra el que Reino Unido presentará cargos por el asesinato en Londres del espía. De esta manera, ha confirmado la postura adelantada desde hace meses por el fiscal general, Yuri Chaika, de que la Constitución de Rusia no permite la extradición de sus ciudadanos a otros países y que "blinda" a Lugovói contra un proceso de extradición.

El director de procesamientos de la Fiscalía británica, Sir Ken Macdonald, había solicitado a Rusia la extradición de Lugovoi asegurando tener "pruebas suficientes" para acusarlo por "un envenenamiento deliberado". El abogado de ex agente ha declarado que aún "no hemos recibido notificación, ni verbal ni escrita, de que a mi cliente le hayan presentado cargos en relación a ese caso", por lo que se ha negado a especular sobre el caso.

Supuestamente, Lugovói y otro ex agente se reunieron con Litvinenko, antiguo colega del FSB, en el hotel Millenium de Londres el pasado 1 de noviembre, justo el día en que este último fue ingresado con síntomas de envenenamiento.

Cuatro reuniones

Además, Lugovói se reunió hasta en cuatro ocasiones con Litvinenko en Londres entre mediados de octubre y el día de la hospitalización de este último. Los expertos de Scotland Yard hallaron "pequeños" restos de radiación en la embajada del Reino Unido en Moscú, justo donde Lugovói estuvo solicitando un visado el pasado 24 de noviembre.

Los detectives británicos también investigan por qué se hallaron rastros del isótopo Polonio 210 en los aviones en los que Lugovói voló a Londres y regresó a Moscú, y también en las habitaciones de hotel donde se hospedó.

Desde que comenzó la investigación, la tensión entre Moscú y Londres ha sido alta. En una carta leída tras su muerte, el ex espía acusó directamente al presidente Vladimir Putin de su muerte. Sus amigos, entre los que se encuentra el magnate Boris Berezovsky, acusaron al Kremlin de ordenar su asesinato, aunque el Gobierno ruso también lo ha negado en todo momento.