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El reo islamista Kamal Ahbar, testigo en el juicio por el 11-M./ EFE
JUICIO | jornada 33

El islamista que intentó exculpar a los principales acusados se contradice

Nuevo altercado protagonizado por Rafá Zouhier, que se encara con un procesado al que acusa de manipular la declaración del testigo

COLPISA | MADRID
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Kamal Ahbar, el reo islamista que el pasado viernes trató de exculpar a los principales acusados del 11-M y dio una versión sobre la génesis de los atentados en Valencia, ha seputaldo hoy su testimonio bajo un manto de dudas y contradicciones.

Víctima de defensores y acusadores que durante el fin de semana prepararon a conciencia incisivos interrogatorios, el testigo cayó en tantas contradicciones que hasta el presidente del tribunal llegó a insinuar que su declaración le resultaba poco verosímil. "No le estamos preguntando por sus opiniones, sino por lo que sabe, si es que sabe algo", le espetó el magistrado Javier Gómez Bermúdez ante una de sus muchas divagaciones.

Ahbar volvió hoy ante el tribunal con la intención de defender su insólita versión: los atentados los prepararon dos confidentes policiales en Valencia y los acusados, "salvo los de la trama asturiana", son inocentes.

Sus problemas comenzaron cuando los letrados le pidieron que precisara sus afirmaciones. "No sé", fue la respuesta más repetida. El islamista, preso por ayudar a huir a varios implicados en el 11-M, cayó además en dos contradicciones flagrantes respecto a la primera parte de su testimonio.

De entrada, cambió de opinión sobre las relaciones con miembros de Al Qaeda en Irak que esgrimió la semana pasada para desvincular a la organización terrorista de la masacre. "Yo conozco gente de Ansar Suna, que son kurdos y no tienen nada que ver con Al Qaeda", rectificó. Más evidente aún resultó el cambiante relato que hizo sobre el teléfono que dijo haber hecho llegar al padre del huido Mohamed Alfalah para que se despidiese de su hijo, que se iba a inmolar en Irak. Primero mantuvo que le encomendó la gestión a un tal Omar, pero terminó por admitir que el encargado fue el procesado Mohamed Larbi Ben Selam.

Testimonio falso sobre 'El Chino' y Bouchar

Ahbar tampoco fue capaz de dar una respuesta creíble a las divergencias entre parte de su relato y algunos hechos probados por la investigación policial. Jamal 'el Chino', según su relato, viajó desde Asturias con los explosivos en una Renault Kangoo. A Gonzalo Boyé, letrado de una acusación particular, no le costó ponerle en evidencia: "¿Qué explicación tiene a que Jamal le detuvieron en aquel viaje en un coche y no en una furgoneta?".

Lo mismo sucedió cuando trató de exculpar a Abdelmajid Bouchar. El preso afirmó que el presunto autor material nunca estuvo en Leganés. Y ello pese a que un policía corrió tras de él y que, en la basura, se encontraron huesos de dátiles y aceitunas con su perfil genético.

Enfado de Zouhier por el testimonio preparado

El empeñó de Ahbar por inculpar a algunos y salvar a otros procesados calentó los ánimos entre los acusados. Rafa Zouhier, que pertenece al grupo de los perjudicados, se encaró al comienzo de la sesión con Basel Ghalyoun -uno de los beneficiados- y el presidente del tribunal se vio obligado a sacarle de la 'pecera' de seguridad.

Fuentes cercanas a los procesados explicaron después que el acusado Rachid Aglif le había contado a Zouhier que Ghalyoun, Larbi Ben Selam y Fuad El Morabit habían preparado con Ahbar su testimonio en la prisión de Alcalá Meco, en la que están todos presos. Los reos del 11-M están internados en el módulo 6 y el testigo en el 7, pero, siempre según Zouhier, han podido preparar su declaración en las duchas y a través de intermediarios.

La policía italiana acusa a 'El Egipcio'

El coordinador y un comisario de la unidad especial de la Policía italiana contra el terrorismo (DIGOS) en Milán reiteraron que Rabei Osman El Sayed 'Mohamed El Egipcio' se atribuyó la autoría de los atentados en diversas conversaciones que mantuvo con varios amigos suyos.

"El atentado de Madrid fue un proyecto mío y los mártires que murieron en Madrid eran amigos míos", confesó Osman El Sayed, según manifestaron los agentes italianos al relatar una de las escuchas telefónicas que practicaron en uno de los dos pisos en los que vivió en Milán, donde el acusado fue detenido el 7 de junio de 2004.