Segundo veto de Bush
El primero fue en julio de 2006, contra el aumento de fondos federales para la investigación con células madre procedentes de embriones
Actualizado: GuardarEl veto firmado por Bush contra el proyecto de ley que combina los fondos para las guerras de Irak y Afganistán con la retirada de las tropas, es el segundo que suscribe desde su llegada al poder, en enero de 2001.
La primera vez que Bush ejerció el derecho al veto fue en julio de 2006, cuando bloqueó una medida que hubiera aumentado los fondos federales para la investigación con células madre procedentes de embriones. Hasta esa fecha, Bush sólo había amenazado con hacer uso de su poder para vetar distintas medidas legislativas, como ocurrió durante la discusión del proyecto de ley para reformar la financiación de las campañas electorales, o el debate de la normativa que permitió la creación del Departamento de Seguridad Nacional.
Privilegio muy usado
Todos los presidentes estadounidenses han hecho uso de este privilegio, salvo Thomas Jefferson (1801-1809) y James Garfield (1881).
Su predecesor en el cargo, Bill Clinton (1993-2001), vetó un total de 38 medidas; el padre del actual presidente, George H. Bush (1989-1993), lo hizo en 44 ocasiones; y Ronald Reagan (1981-1989), vetó 78. Frente a este número "reducido" destacan las 250 propuestas vetadas por Harry Truman (1945-1953) y las 635 de Franklin Roosevelt (1933-1945).
Aunque el término "veto" no aparece en la Constitución de EEUU, el Artículo I de la Carta Magna lo establece al exigir que todos los proyectos de ley aprobados por ambas cámaras del Congreso se sometan al visto bueno del presidente. El presidente estadounidense tiene diez días para firmar o vetar un proyecto de ley. Si veta la normativa, ésta se devuelve al Congreso con sus objeciones y puede ser reconsiderada. En ese caso, el texto no se convierte en ley.
La única excepción a esa regla, y la única forma de invalidar el veto presidencial, es que dos terceras partes de los miembros de la Cámara de Representantes y el Senado voten a favor de una ley. De producirse esa situación, el poder Legislativo tiene la capacidad de adoptar una ley pese a no tener el consentimiento del presidente.