El etarra Gorka Vidal en el juicio del 11-M: «Yo no debería estar aquí»
"Yo no debería estar aquí", asegura Gorka Vidal, tras una llamada al orden del juez Bermúdez
Actualizado: GuardarLos etarras Henri Parot y los integrantes de la denominada 'caravana de la muerte', Izkur Badillo y Gorka Vidal, han asegurado hoy que "no tienen nada que ver" con el 11-M "ni con los islamistas", y los tres han negado explícitamente que ETA estuviera implicada en los atentados.
Así lo han manifestado los tres etarras que han comparecido como testigos en la vigésimo octava jornada del juicio a propuesta del abogado defensor de los acusados y presuntos autores materiales de la masacre Jamal Zougam y Basel Ghalyoun, José Luis Abascal Escudero.
Durante esta sesión también ha comparecido como testigo un controlador del confidente policial 'Cartagena' que corroboró que había dos notas informativas sobre este confidente que los agentes no pudieron aportar en papel al juez instructor del sumario del 11-M, Juan del Olmo.
Esto fue así a raíz de que desde el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, del que es titular Baltasar Garzón, se ordenara a la Policía la "destrucción de todo lo que quedaba del soporte informático", después de que se filtrara a la prensa la identidad de este confidente, clave en operaciones contra el terrorismo islamista.
Ante esta afirmación, el presidente del tribunal del 11 -M, Javier Gómez Bermúdez, requirió al juzgado de Baltasar Garzón las dos notas informativas sobre 'Cartagena' que no fueron aportadas a Del Olmo por si este Juzgado Central de Instrucción número 5 las tuviera en su poder.
Un error policial
Por la mañana declaró un hombre al que el 14 de marzo de 2004 por la tarde le detuvo la Policía tras haber realizado por la mañana una llamada por teléfono a Telemadrid "para saber si iban a poner información relacionada con todo lo que estaba pasando" a raíz de los atentados.
Además, compareció como testigo el que fuera jefe de la Comisaría general de Policía Científica cuando se produjeron los atentados, Carlos Corrales, quien, entre otras revelaciones, dijo que el mismo 11-M dio instrucciones a los forenses que practicaban las autopsias para detectar a posibles terroristas suicidas entre los fallecidos, ya que las escenas de los atentados le recordaron a otras masacres de tipo islamista en las que se utilizó ese método.
"No tengo nada que ver con esto"
En cuanto a los etarras, los primeros en declarar fueron Izkur Badillo y Gorka Vidal, condenados por transportar una furgoneta cargada de explosivos que fue interceptada en Cañaveras (Cuenca) once días antes del 11-M. Los dos negaron concretamente que conocieran al suicida Jamal Ahmidan, 'El Chino', y uno de ellos, Vidal, destacó: "no tengo nada que ver con esto. Ni con el 11-M, ni con los islamistas. No tengo nada que ver con esto".
"No recuerdo" fue la frase más veces pronunciada por los dos etarras cuando Abascal les preguntó cuál fue el punto de partida de su viaje y el punto de destino o si recordaban el explosivo que transportaban, así como si hablaron con algún miembro de ETA en Burgos.
Ante este tipo de respuestas, el presidente del tribunal se vio obligado a advertir a ambos que estaban obligados a decir verdad dada su condición de testigos y que "ante las reiteradas evasivas" les apercibía de que podía tomar medidas contra ellos por un delito de desobediencia grave a la autoridad, que lleva aparejado multa y pena de cárcel.
Los abogados también preguntaron a los etarras si sabían lo que era un "temporizador st" y si ETA había empleado Goma 2 en alguna ocasión, a lo que contestaron con un rotundo no, y a Parot, en concreto, si la banda terrorista había desarrollado en 2003 un sistema de bombas con móviles, lo que éste también negó.
También interrogaron a Vidal y Badillo sobre si habían viajado alguna vez a Irak, lo que ambos negaron, mientras que de Parot quisieron saber si había prestado el servicio militar y éste contestó que no.
Respecto a que el nombre de Parot apareciese en una nota intervenida en la celda de un imputado por la llamada 'operación Nova', Abdelkrim Bensmail, el antiguo miembro del comando itinerante, Parot aseguró que no tenía ninguna explicación para ello y negó además que le conociera.