Efectivos de la Guardia Civil trasladan material incautado tras registrar un piso en la calle Urbieta del centro de San Sebastián el pasado 1 de abril. /EFE
recibía instrucciones de "Txeroki"

El 'comando Donosti' tenía órdenes de atentar si moría De Juana Chaos

La acción terrorista más preparada que tenía el grupo era el asesinato a tiros de un policía al que tenían vigilado

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El "comando Donosti" de ETA, desarticulado por la Guardia Civil la pasada semana en Guipúzcoa, había recibido instrucciones de cometer atentados si el preso Ignacio de Juana Chaos moría como consecuencia de la huelga de hambre que estaba realizando, según informaron fuentes de la investigación.

La célula terrorista había recibido órdenes de ir recogiendo información y de estar preparada para cometer atentados, aunque tenía que estar a la esperar de recibir las instrucciones correspondientes para poder actuar. Sin embargo, la única excepción era en el caso de que De Juana Chaos muriese a causa de la huelga de hambre que estaba realizando. En ese supuesto, el comando podía realizar atentados sin esperar a recibir la orden de sus jefes en Francia.

El grupo desmantelado por la Guardia Civil había recopilado diversas informaciones de posibles objetivos con vistas a realizar atentados. Las más elaboradas correspondían a miembros de los cuerpos de seguridad y fuerzas armadas.

Seguían a un policía para asesinarlo

Los preparativos más detallados para atentar tenían como objetivo a un agente del Cuerpo Nacional de Policía al que pretendían asesinar a tiros. Los miembros de ETA descubrieron que el agente frecuentaba un determinado bar del barrio donostiarra de Amara y estuvieron realizando diversas vigilancias sobre los movimientos del policía entre el 22 de junio y el 18 de diciembre de 2006.

Los etarras elaboraron un croquis del bar en el que habían marcado la silla que solía ocupar el policía y habían previsto asesinarlo a tiros. Según los planes del "comando Donosti", uno de sus miembros acudiría al bar cuando el agente estuviera dentro. El miembro de ETA entraría en los lavabos para ponerse una capucha y montar la pistola y al salir dispararía contra el agente.

Además, el comando tenía otras informaciones menos precisas sobre agentes de Policía que salían de la Comisaría y se dirigían a las viviendas del cuartel de Aldapeta, sobre un militar destinado en San Sebastián, pero residente en una localidad próxima a la capital guipuzcoana. Los miembros de ETA habían localizado el vehículo del militar y sabían dónde acostumbraba a estacionarlo durante la noche.

Otro objetivo: El confidente "Txofo"

Entre los planes que el grupo había realizado se encontraban los preparativos para matar al que fuera confidente de la Guardia Civil y luego testigo protegido en el "caso Galindo", Pedro Migueliz, "Txofo". En este último caso, los miembros de ETA habían planificado realizar un atentado contra Migueliz cuando transitara por una plaza situada también en el barrio donostiarra de Amara ya que habían observado que solía frecuentar algunos bares de esa zona. Tenían en su poder una fotografía de la víctima y habían localizado el domicilio donde acostumbraba a pernoctar.

Otras informaciones que habían recopilado los miembros del comando eran referidas a una pareja de agentes de la Ertzaintza a los que habían observado patrullando a pie por calles de Tolosa. También habían recopilado datos sobre el domicilio de los padres de otro ertzaina en San Sebastián. En Navarra, el grupo terrorista tenía datos sobre un miembro del Gobierno foral y sobre unos vehículos de la Guardia Civil a los que habían visto ir a repostar a una gasolinera.

Recibían instrucciones de "Txeroki"

Las instrucciones al "comando Donosti" procedían del dirigente de ETA Garikoitz Aspiazu, "Txeroki", quien en el mes de mayo de 2006 envió a los dos presuntos "liberados" José Angel Lerín y Alejandro Zobaran a poner en marcha esta célula. Durante tres días, entre el 12 y el 14 de septiembre del pasado año, "Txeroki" y sus dos subordinados estuvieron reunidos en una zona montañosa del sur de Francia.

La última cita directa tuvo lugar el pasado 3 de enero, poco después del atentado con coche bomba que causó la muerte a dos ciudadanos ecuatorianos en el aparcamiento de la Terminal 4 de Barajas. Ese día, "Txeroki", Lerín y Zobaran volvieron a reunirse en el sur de Francia para intercambiar informaciones y para que el dirigente de ETA impartiera instrucciones a los miembros del "comando Donosti".