Imagen de la televisión iraquí de la rueda de prensa de Ban Ki-moon y Maliki.
sin daños personales

Un ataque con mortero contra Ban Ki-moon marca su visita sorpresa a Bagdad

Se ha reunido con el primer ministro, Nuri al Maliki, para buscar el fin de la violencia y planificar la reconstrucción del país

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La visita por sorpresa a Irak del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha rozado la tragedia después de que un proyectil de mortero cayese a apenas 50 metros de la sala donde él y el primer ministro iraquí daban una rueda de prensa.

Justo en el momento en que el secretario general se refería a la mejoría en las condiciones de seguridad en Irak, una explosión que se pudo ver en directo por televisión hizo temblar la sala y provocó el espanto en el rostro de Ban Ki-moon.

Tras unos segundos de zozobra, en los que se vio incluso cómo se desprendían pequeños fragmentos del techo de la sala, Ban y el primer ministro Nuri al Maliki prosiguieron durante unos minutos la rueda de prensa, aunque la concluyeron de prisa tras otras dos preguntas de los periodistas. "No hay de qué preocuparse", fueron las primeras palabras de Maliki, que permaneció casi impasible tras la explosión.

El ataque con mortero a la oficina de Maliki, situada en la altamente custodiada Zona Verde y donde se celebraba la conferencia, fue el acontecimiento más destacado de la visita de Ban a Bagdad, en la que anunció un incremento de la ayuda de la ONU a la reconstrucción del país.

Recuerdo del atentado contra Vieira de Mello

Por momentos, volvió el recuerdo del ataque contra el representante especial de la ONU para Irak, Sergio Vieira de Mello, que fue asesinado en agosto de 2003, en un atentado en el que murieron 22 personas. A partir de entonces, la participación del organismo en el país se redujo considerablemente y, además, los edificios de sus agencias se convirtieron en auténticos "búnkeres".

"Como saben, las actividades de la ONU habían sido restringidas por el mal estado de la seguridad en el país. Sin embargo, ahora, después de que la situación haya mejorado, vamos a aumentar nuestro papel y actividades en Irak", decía el surcoreano en el momento en el que cayó el mortero.

Antes de la explosión, Ban había afirmado que la ONU "continúa su apoyo al Gobierno iraquí y a sus esfuerzos para lograr el éxito del proceso político y la reconciliación nacional". Asimismo, el secretario general instó a los países vecinos y a la comunidad internacional a que ayuden a Irak a salir de la crisis que atraviesa.

"El terrorismo es el gran peligro"

Por su parte, en unas palabras poco menos que proféticas, Maliki había asegurado antes del ataque "el terrorismo es el gran peligro para el proceso de unidad nacional iraquí".

"Consideramos esta visita como un mensaje positivo, que confirma que Bagdad ha vuelto a acoger a grandes personalidades mundiales, después de haber dado importantes pasos en el camino de la estabilidad", dijo el primer ministro ante Ban.

Maliki manifestó su confianza en que "la ONU continúe con sus esfuerzos de apoyo a Irak y que ayude a los iraquíes desplazados a otros países hasta que el Gobierno iraquí pueda ocuparse de su regreso al país".