La Sala de la Audiencia Nacional que juzga los atentados del 11-M. / EFE
JUICIO 11-M | JORNADA 18

Un inspector asegura que perseguían a varios de los acusados desde enero de 2003

En paradero desconocido uno de los testigos citados hoy en el juicio

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Un inspector de la Brigada Provincial de Información de Madrid ha afirmado hoy ante el tribunal del 11-M que su grupo tenía constancia de la existencia de reuniones radicales de varios integrantes de la célula de terroristas que perpetró la masacre de marzo de 2004 desde enero de 2003 y que se inició el seguimiento de varios de los acusados en marzo de ese mismo año.

El testigo ha afirmado que se estaba investigando, en concreto, a los hermanos Mouhannad y Moutaz Almallah Dabbas porque tenían informaciones de que realizaban labores de "proselitismo" y de "incitación a la yihad" con intención de trasladar a "muyaidines" a otros países.

Ha recalcado que ambos hermanos levantaron sospechas porque mantenían un nivel de gastos y unos pagos de facturas de telefonía móvil que "no se correspondían" con el nivel de ingresos del que disponían. La sospecha se incrementó al comprobar que, a pesar de carecer de ingresos fijos, mantuvieron "constantes viajes" y frecuentes llamadas a la ciudad de Londres, donde residía Moutaz, extraditado el pasado 8 de marzo desde Reino Unido por su relación con los atentados. Esta actitud también se apreció en el caso del acusado Basel Ghalyoun que no tenía ingresos para mantener una vida "mínimamente básica".

De hecho, ha precisado que conocían que Moutaz no tenía actividad laboral en Londres y que se movía en el entorno de Abu Kutada, representante de Al Qaeda en Europa. Mantenía un nivel de vida "bueno". En cuanto a Mouhannad, especificó que viajó al menos dos veces a Londres y que realizaba desplazamientos sorprendentes a Ceuta.

También ha afirmado que la vigilancia del local de la calle Virgen del Coro comenzó a finales de marzo del 2003. Ha afirmado que Mouhannad mantenía frecuentes encuentros con los acusados Ghalyoun y Fouad El Morabit en ese local, con la presencia "no continua" pero con "cierta habitualidad" de Serhane Ben Abdelmajid Fakhet alias 'Sarhane El Tunecino'. Ha añadido que destacaba la constante presencia de Mouhannad en el local, que sobrepasaba la relación habitual como "casero" ya que le visitaba "tres veces al día".

El comprador de los móviles tenía «aspecto de búlgaro»

Rakesh Kumar, la persona que regentaba el comercio donde supuestamente los terroristas adquirieron los teléfonos móviles que emplearon en las bombas, ha afirmado que fue una persona "con los dientes un poco separados" y "con poco pelo" quien adquirió las 10 unidades que se utilizaron posteriormente en la masacre del 11-M. En su declaración ante el tribunal del juicio por los atentados de Madrid, Rakesh Kumar ha explicado que no reconoció a ninguno de los acusados en el proceso e incidió en que la persona con quien trató el día 3 y 4 de marzo de 2004 tenía aspecto "búlgaro".

Durante su comparecencia, el testigo señaló que la persona descrita se presentó el 3 de marzo del 2004 acompañada por otro hombre para adquirir móviles con objeto de "repartirlos en una empresa de construcción"y los compradores le dijeron que no necesitaban facturas.

De hecho, su hermano Suresh Kumar, propietario del comercio, ha explicado también en su comparecencia posterior que ese modelo era "el más barato" porque tenían muchas unidades disponibles. Este también ha precisado que no conocía a la familia de 'El Chino' a pesar de la cercanía de sus viviendas.

Rakesh ha explicado que el día 3 de marzo esta persona adquirió tres unidades de ese modelo -uno por la mañana y otros dos por la tarde- y que al día siguiente el mismo individuo volvió de nuevo para comprar otros seis teléfonos. Finalmente, el 6 de marzo acudió por última vez el mismo individuo para adquirir "un reloj, cintas para cámaras digitales y otro teléfono móvil".

Interrogantes con el libro de registros

Los dos hermanos regentaban el comercio 'Bazar Top' que disponía de varias sucursales, una de ellas situada en la Avenida Real de Pinto en el distrito de Villaverde, donde supuestamente se adquirieron los teléfonos que se emplearon como iniciadores de los artefactos que explosionaron el 11 de marzo de 2004.

Durante su comparecencia, se ha analizado el libro de anotaciones donde Rakesh registraba los códigos de los teléfonos adquiridos. Allí únicamente figuran teléfonos adquiridos por otras personas en las fechas 8 y 9 de marzo del 2004, lo que ha suscitado ciertos interrogantes en las defensas particulares por los saltos temporales que contenía el registro.

El imputado y finalmente no procesado en los atentados Vinay Kholi, cuñado de Suresh Kumar, ha declarado que el 3 de marzo recibió una llamada de Rakesh Kumar que le encargó que enviara a liberar siete teléfonos móviles.

Muchos móviles liberados

A continuación ha declarado Ayman Maussili Kalaji, ex policía nacional perteneciente a la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) y propietario de una empresa dedicada a la reparación y liberación de móviles. El testigo ha admitido que conoce a dos de los acusados por su relación con los atentados, Mouhannah Almallah Dabbas y su hermano Moutar.

El 17 de marzo la policía le informó que los móviles de Bazar Top se habían liberado en su tienda. Al comprobar los registros comprobó que por encargo del comercio de los indios se habían liberado 12 teléfonos el día 4 de marzo de 2004 y 4 más el día 8 de ese mismo mes. Indicó que en el momento en que se produjeron los atentados contaba con 18 empleados a su cargo.

También ha subido al estrado el empleado encargado de llevar los móviles desde Bazar Top a la empresa de liberación de los aparatos, Washington Mauricio Cuenca, que ha indicado que el 4 de marzo el número de móviles que llevó fue muy elevado, aunque no ha sabido especificar el número exacto.

Testigo desaparecido

El juicio sigue, centrado en las pruebas clave de la investigación, tras dos jornadas en las que la «mochila de Vallecas» ha acaparado la atención del tribunal. En la sesión de ayer, varios agentes de la comisaría de Puente de Vallecas aseguraron que la bolsa estuvo siempre controlada.

Esta mañana, el presidente del tribunal que juzga los atentados del 11-M, Javier Gómez Bermúdez, ha dictado una diligencia a la Policía y la Guardia Civil para que realice una "somera investigación" sobre el paradero de Mustapha El Haddar, uno de los testigos cuya declaración estaba prevista para hoy.

El Haddar participó en las obras realizadas en la finca de Morata de Tajuña donde se almacenaron y prepararon los explosivos, no se ha presentado en comisaría como estaba previsto y figuraba en la citación.