El agricultor Juan Martínez Galdeano. / EFE
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Los agentes de Roquetas de Mar aseguran haber dado a Galdeano un trato "exquisito"

Nueve guardias civiles se enfrentan a penas de hasta 12 años de cárcel por la muerte del ganadero tras el trato recibido en el cuartel

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El teniente y ex jefe del cuartel de la Guardia Civil de Roquetas de Mar, José Manuel Rivas, ha afirmado durante la primera sesión del juicio por la muerte de Juan Martínez Galdeano, ocurrida en esas dependencias el 24 de julio de 2005, que los agentes le dieron el "trato más exquisito" posible.

Rivas, primer agente interrogado por las partes, ha defendido de este modo la actuación de los nueve imputados desde la llegada de Galdeano al cuartel, a las 16.15 horas por su implicación en un accidente de circulación, hasta que el personal sanitario certificó su muerte - a las 17.43 horas - por insuficiencia cardiorrespiratoria aguda.

Durante cerca de dos horas de interrogatorio, Rivas, quien ha matizado que tenía "frecuentes lagunas de memoria" sobre lo ocurrido, ha enfatizado que el agricultor llegó "muy excitado" y "dando empujones", por lo que "lo único que intentamos fue protegernos, porque nosotros también tenemos derecho a la vida y a la integridad física".

Según el relato de los hechos expuesto por la Fiscalía, Galdeano acudió a la Guardia Civil para pedir auxilio y, una vez en las dependencias, dos agentes le ordenaron permanecer en ellas para evitar nuevos altercados, momento en el que éste trató de huir, se agarró al mástil de la bandera e inició un forcejeo con los agentes que trataban de reducirle.

En ese momento, el teniente - que no estaba de servicio - decidió intervenir para introducirle en el interior del cuartel, donde le pusieron unos grilletes en las manos y procedieron a su detención por desórdenes a la autoridad, una orden que Rivas negó haber formulado.

Drogado y atado de pies y manos

El agente destinado aquel día en el área de atención al ciudadano, identificado como A.M.V., que fue llamado a declarar en segundo lugar y que afirmó que no se realizó atestado, ha asegurado que su intención, al conocer que Galdeano había consumido drogas y dada su "desorientación y nerviosismo", era trasladarle a un centro de salud para que fuera sedado.

Con este objetivo, una vez leídos sus derechos, los agentes aproximaron a las dependencias un vehículo oficial hacia el que trataron de conducir a Galdeano, momento en el que los "episodios de violencia" de éste se intensificaron hasta que "empezó a patalear" y golpeó la puerta del vehículo, pillando los dedos de la agente M.J.S.P.

El jefe del puesto, que había vuelto a su habitación previamente, se asomó en ese momento a la ventana y observó a la mujer "sangrando abundantemente" por lo que cogió una defensa metálica extensible de su propiedad y otra eléctrica y se fue hacia el lugar donde cinco de sus compañeros, "que estaban siendo neutralizados", trataban de reducir a Galdeano, que se encontraba atado de pies y manos.

Unos treinta minutos de "agresividad y forcejeo"

Desde su llegada con sendas armas hasta que se certificó la muerte del hombre - un período de unos treinta minutos de "agresividad y forcejeo ininterrumpido"- Rivas afirmó que "nunca tratamos de humillarle ni vejarle", puesto que "sólo podíamos pensar en reducirle", un hecho que no se produjo "hasta el mismo minuto de su muerte", una circunstancia que ha asegurado no haber previsto.

El fallecimiento de Galdeano, cuyo cuerpo presentaba entre 50 y 60 golpes - según los escritos de las partes - se produjo por una insuficiencia cardiorrespiratoria aguda motivada por una reacción adversa a las drogas, según consta en el informe de la autopsia, en el que también se refleja que éste sufrió una fractura completa del esternón.

Por estos hechos, nueve agentes - para uno de los cuales la fiscalía solicitó el sobreseimiento y archivo de las actuaciones - se enfrentan a penas que oscilan entre los 12 años y los seis meses de prisión por los delitos de atentado grave contra la integridad moral, de lesiones y homicidio imprudente.

A pesar de estas calificaciones, los dos agentes que hoy han prestado declaración han reiterado que "bajo ningún concepto" pretendieron matar al agricultor y que la actuación de los nueve agentes que intervinieron en los hechos fue "proporcionada" ante la "increíble agresividad de Galdeano", según ha señalado A.M.V.

Tras la primera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Almería - en la que, a pesar de las peticiones de la defensa, el tribunal reiteró el mantenimiento como prueba de una grabación de los hechos - la segunda sesión del juicio continuará mañana con el interrogatorio del resto de agentes imputados en la muerte de Juan Martínez Galdeano.