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El delantero camerunés del FC Barcelona , Samuel Eto'o (c), celebra junto a sus compañeros el Xavi Hernández y Deco (d) el gol que ha marcado al Recreativo de Huelva. /EFE
27ª jornada en primera

El Barça se reivindica para ganar la Liga con una goleada al Recreativo

Los azulgrana no han dado opciones a los onubenses y meten presión al Sevilla y al Real Madrid

AGENCIAS | VALENCIA/HUELVA
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El Barça ha aparcado hoy la especulación y ha dado un golpe encima de la mesa después de golear en casa del Recreativo (0-4) y seguir al frente de la Liga. El Valencia, por contra, ha caído con claridad ante el Racing de Santander por 0-2 en plenas Fallas. Además, el Mallorca se ha impuesto al Betis por 2-0 y en San Mamés se disputa el 'mini-derbi' entre Athletic y Osasuna.

El Barcelona no ganaba fuera de casa desde hacía cuatro meses. Hoy rompió la racha negativa. Y lo hizo a lo grande. Solventando el trámite rápido con un 0-3 al descanso que rompió los pronósticos de un Recreativo que habitualmente juega y muy bien al fútbol.

Fue un día importante para Samuel Eto'o. Necesitaba una noche así para asumir su papel determinante dentro del club. Eto'o mandó su mensaje. Está vivo y fuerte. Su primer gol, a las primeras de cambio, tumbó al Recre y marcó el devenir del partido.

El Recre se cansó de perseguir el balón, de atacar a Deco, a Iniesta y a Xavi. Tuvo eso sí sus minutos clave. Del 20 al 25 el Recreativo pudo hacer más daño. Jesús Vázquez mandó un balón al palo y Juanma tuvo el empate en sus botas. Zambrotta subió con poderío, firmó un 0-2 notable en su primer gol en esta Liga y tumbó ya a un Recreativo que vio como Eto'o le ponía la puntilla antes de irse al descanso después de culminar una buena subida de Sylvinho.

Tras el descanso, el Barcelona jugó a su aire. Con su 4-3-3, olvidado ya la opción de jugar con tres defensas, el Barcelona no tuvo nunca rival. Marcelino, el técnico del Recre, sacó a Rosu por Sinama. Pero el Recre no fue el equipo revelación de este año. El Barcelona jugó cuando quiso. No fue un día brillante de Ronaldinho. Apareció poco el brasileño en el uno contra uno. Pero da igual. Porque Samuel Eto'o dejó su sello y Messi, de propina, remató la faena. Con su triunfo, el Barcelona manda un mensaje de optimismo a todos sus rivales y mete presión al Real Madrid y al Sevilla.

Las Fallas despistan al Valencia

A pesar del resultado en Mestalla, el Valencia dispuso de algunas oportunidades claras de gol que, además de verse malogradas en todos los casos, no pasaron de ser un oasis en un desierto de juego, ante un rival que siempre se mostró cómodo y que demostró que había viajado a Valencia a ganar el encuentro.

La primera ocasión de gol del partido se resolvió con el 0-1. Fue una jugada de libro, que no sorprendió a nadie, algo que no resta un ápice de valor a su magnífica elaboración. Centro de Pinillos, dejada de Zigic y remate de Munitis. El 0-2, logrado de cabeza por Oriol a la salida de un córner, fue la puntilla para el Valencia y resolvió definitivamente el encuentro, que en ese momento ya estaba decantado a favor del equipo visitante por potencia, convicción y juego.

Al final, el partido respondió a los augurios más pesimistas y se demostró que jugar un sábado a las seis de la tarde y en plenas fiestas falleras es dar demasiada ventaja al rival. El Racing puso el mejor fútbol que se vio en Valencia y demostró que la importancia de la concentración de los jugadores ante partidos de estas características es fundamental.

El Mallorca frena la racha del Betis

El Mallorca liquidó al Betis con dos goles en los dos primeros minutos, en una salida fulgurante que pilló dormida a la defensa verdiblanca, incapaz de neutralizar los córners del argentino Ariel "Caño" Ibagaza que aprovecharon su compatriota Guillermo Pereyra y el venezolano Juan Arango.

El Betis acusó el mazazo y fue una sombra del equipo que se presentaba en la isla con unos registros excelentes. Salió aletargado al campo y antes del minuto 2 perdía 2-0, con dos córners idénticos lanzados desde la izquierda del marco de Doblas por el "Caño" Ibagaza. La defensa verdiblanca, blanda e inocente permitió un cabezazo limpio de Pereyra y el derechazo de Arango, solo, a un metro de la línea de gol.