El grupo de acusados sigue desde el interior de la sala blindada la décima jornada del juicio en la Audiencia Nacional por los atentados del 11 de marzo de 2004. /EFE/TVE
JUICIO 11-m | DÉCIMA SESIÓN

Un jefe policial dice que el atentado se cometió en España por ser el «punto más débil»

El juicio continuará mañana con la declaración del tercer testigo protegido de la Unidad Central de Información Exterior

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El primer testigo protegido del juicio por el 11 de marzo de 2004, un inspector de policía, ha abierto este lunes la cuarta semana del juicio. El inspector, que ya declaró el jueves pasado, ha explicado cómo se desarrollaron los primeros días de la investigación y cómo se llegó a la conclusión de que fue una célula local la que actuó siguiendo las directrices de Al Qaeda de atacar a la coalición desplegada en Irak, empezando por su "punto más débil", España.

Según ha relatado el testigo protegido, los terroristas eligieron España para perpetrar un atentado "por ser el eslabón más débil" de los tres países cuyos gobernantes -Bush, Blair y Aznar- se hicieron la famosa foto de las Azores.

El testigo ha detallado que no fue hasta el 3 de abril - día en el que los terroristas se suicidaron en el piso de Leganés- cuando se encontró la conexión entre varias líneas de investigación abiertas y se descubrió que el grupo autor del 11-M procedía de, al menos, tres o cuatro suestructuras.

"A partir de ese momento se abren dos vías de investigación, una hacia atrás con la intención de ver en dónde se habían producido esas conexiones y, otra, cuál era la autoría ideológica de esos atentados", ha relatado.

Sin información previa

El instructor jefe de las diligencias e inspector jefe de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) en el momento de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, ha concretado a preguntas de las acusaciones particulares que ningún colaborador de su sección facilitó "información previa sobre los atentados". "Nadie avisó o facilitó datos sobre la comisión de un atentado", ha asegurado.

El testigo protegido ha reconocido, no obstante, que la unidad sí contaba con informaciones sobre la creación, miembros y celebración de reuniones de "alguno de los grupos" que posteriormente resultaron estar relacionados con las explosiones en los trenes de cercanías de Madrid.

En relación con los confidentes indicó, además, que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil no proporcionó a su sección informes sobre el acusado Rafa Zouhier ni comunicó que éste era colaborador suyo y había informado de la existencia de una red de tráfico de explosivos. La detención de Zouhier se produjo después de la de José Emilio Suárez Trashorras, que según considera acreditado la Fiscalía proporcionó a la célula terrorista islamista los explosivos utilizados en la masacre.

La constitución de diversas células

El segundo testigo de la UCIE, inspector de la unidad, ha detallado -remitiéndose a sus funciones como secretario judicial en distintas diligencias- el proceso llevado a cabo para identificar a los autores a través del tráfico de las tarjetas telefónicas de los móviles, así como la interrelación y conexiones entre los diversos miembros de la célula a través del registro de llamadas y de los números localizados en las agendas de sus teléfonos.

También ha aclarado las diligencias y la documentación existente respecto a varias comisiones rogatorias destinadas a rastrear el tráfico de llamadas del acusado Hassan el Haski, presunto autor intelectual de los atentados y para el que la Fiscalía solicita una pena de 38.656 años de prisión.

Además, ha explicado, entre otros pormenores, que gracias a la declaración de un testigo protegido, la Policía concretó la constitución de la célula de Villaverde (Madrid) en el 2002, mediante la celebración de una serie de reuniones en un piso de la localidad organizadas por Mustaphá El Maimouni, encarcelado actualmente en Marruecos por su relación con los atentados de Casablanca. Asimismo, el inspector de la UCIE ha detallado que, por entonces, también se constituyó la célula del barrio de Lavapiés con la presencia del procesado por 191 asesinatos terroristas y otros 1755 en grado de tentativa, Jamal Zougam.

Otra de las líneas de su declaración fue la referente a las diligencias elaboradas en colaboración con países europeos, sobre los contactos telefónicos de los procesados Abdelmajid Bouchard y Youssef Belhadj, y su vinculación con varios miembros de las células que intervinieron en la organización de la masacre de Atocha.

Sobre el piso de Leganés

En lo referente a la investigación de Leganés y en su papel de secretario, el inspector ha precisado que fue el mismo día -el 3 de abril del 2004- en que se suicidaron en Leganés siete de los terroristas que participaron en el atentado el momento en que se iniciaron los trámites para averiguar quién contrató el alquiler de la vivienda. También ha detallado que fue en esa fecha cuando se inician las pesquisas para corroborar quiénes habían tenido contacto con los terroristas suicidas durante su estancia en el inmueble.

Las defensas de los acusados mencionados por el inspector durante su declaración a la Fiscalía solicitaron precisiones sobre las afirmaciones realizadas por el funcionario policial, que aludió en todo los casos al desconocimiento sobre los hechos cuestionados, alegando que únicamente participó en interrogatorios como instructor o secretario judicial de determinadas diligencias.

El juicio sobre los atentados del 11 -M continuará mañana con la declaración del tercer testigo protegido de la UCIE, concretamente un inspector que instruyó varias diligencias para identificar a los acusados y establecer su participación en la masacre perpetrada el 11 de marzo del 2004.