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Granados acusa por primera vez a Trashorras como traficante de explosivos
El acusado de facilitar los explosivos al minero habla de la escasa seguridad en la mina y dice que "cualquiera podía acceder" a ella
REDACCIÓN / AGENCIAS | MADRID Actualizado: GuardarEl acusado Iván Granados Peña ha puesto por primera vez contra las cuerdas al ex minero José Emilio Suárez Trashorras, para quien el fiscal pide la máxima pena por considerar que suministró la dinamita para el 11-M, al confesar que le ofreció "hacer un viaje" con explosivos, aunque ha dicho que él se negó.
En esta novena sesión, en la que terminaron de declarar todos los acusados y compareció el primer testigo -el instructor jefe de la investigación del 11-M-, también ha sido reveladora la descripción del descontrol de los explosivos en Mina Conchita, de donde supuestamente Trashorras sustrajo la dinamita, ofrecida por uno de su ex empleados, el acusado Raúl González Peña, 'El Rulo'.
Hasta hoy, los acusados relacionados con la llamada trama asturiana de los explosivos habían sostenido que los viajes que hicieron a Madrid entre febrero y marzo de 2004 fueron por una operación de compra de un alijo de hachís al suicida Jamal Ahmidan, 'El Chino', del que, según han relatado, tuvieron que devolverle parte por estar en mal estado, después de habérselo llevado a Asturias.
Granados, en libertad provisional como los otros cinco acusados que hoy han declarado, fue el primer acusado en manifestar que Trashorras le ofreció directamente hacer un viaje con explosivos y añadió que, tras negarse a ello, el menor que fue condenado por estos hechos, 'El Gitanillo', le contó que él había llevado una mochila con explosivos a Madrid y se la había dado a "un moro".
Engañados por Trashorras
Los otros dos acusados de haber participado en el transporte de explosivos desde Asturias a Madrid en autobuses de línea se consideraron engañados por Trashorras porque uno de ellos, Antonio Iván Reiss, hizo el viaje, según él, creyendo que llevaba hachís y el otro, Sergio Álvarez, dijo que pensaba que la bolsa que trasladó por encargo del ex minero contenía cd's piratas porque si hubiera sabido que eran explosivos "no me hubiera sentado encima".
Ambos, que al igual que Granados se enfrentan a una petición del fiscal de 8 años de cárcel, coincidieron en señalar que entregaron la bolsa que les había dado Trashorras a un hombre de aspecto marroquí, que después del 11-M supieron que se trataba de 'El Chino', quien, según dijo Reiss, le dio un euro "pa gominolas".
El acceso a los explosivos en Mina Conchita era fácil, según lo declarado por 'El Rulo', porque la dinamita y los detonadores sobrantes de la jornada los dejaban en el interior de la mina "detrás de un madero", y la cogían por la mañana a la entrada de la explotación de cajas, que a veces estaban cerradas con llave y otras abiertas. No obstante, este acusado de facilitar a Trashorras el acceso a los explosivos a cambio de cocaína, que, dijo, consumía una o dos veces a la semana, negó haberle suministrado dinamita a él o a nadie y explicó que se descontaba de la nómina el explosivo que se utilizaba, que se cobraba a precio de coste.
Durante la declaración de 'El Rulo', para quien la fiscal pide ocho años de cárcel, se pudieron ver fotografías de Mina Conchita, de donde supuestamente fue robado el explosivo para el 11-M, tomadas en junio de 2004 y en las que aparecen bolsas de Goma 2 EC y cartuchos de Goma 2 ECO desperdigados en las galerías de la explotación y detrás de cartones o tubos de la ventilación.
"Normalmente no devolvían nada" de explosivos
Posteriormente declaró el ex vigilante de Mina Conchita Emilio Llano Álvarez, para el que la fiscal pide cinco años de cárcel, quien aseguró que si hubiera desaparecido una "cantidad importante" de explosivo de la explotación minera no se podría haber trabajado en ella. Llano explicó que los artilleros "cogían" los detonadores y que él distribuía la dinamita entre los artilleros según las necesidades que tuvieran.
Al ser preguntado si pedían alguna explicación por la cantidad solicitada dijo: "nos fiábamos de ellos (los artilleros) por su experiencia. Siempre se hizo así", y añadió que "normalmente no devolvían nada" del material sobrante, incluso dijo que, "seguramente", éstos "tiraban de largo" en las cantidades que pedían.
Relató también que entre sus labores estaba la de confeccionar unos vales con el consumo de explosivos de todos los días, los cuales, aseguró, los rompía "cuando pasaba" esas anotaciones a los libros que se llevaba la Guardia Civil que, dijo,iba dos o tres veces "de imprevisto" al mes a la explotación, contaban las cantidades de explosivos y comprobaban que "todo coincidía".
El último acusado en declarar fue Javier González Díaz, 'El Dinamita', quien afirmó que "jamás" acompañó a su amigo el ex minero José Emilio Suárez Trashorras y que nunca le oyó hablar de explosivos "ni nada de eso".