Antonio Toro , durante la sesión de hoy del juicio por el 11-M. / EFE
juicio 11-m | octava jornada

Trashorras declara que antes del 11-M informó a la Policía de la casa de Morata

El tribunal pretende mañana terminar con las declaraciones de todos los procesados por la trama asturiana

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La trama asturiana ha vuelto a protagonizar la octava jornada del juicio por el 11-M con las declaraciones de José Emilio Suárez Trashorras, su ex mujer y su ex cuñado. El ex minero ha asegurado que informó a la Policía antes del 11 -M de la finca de Morata en la que se montaron las bombas y ha dicho que "si hubiera sabido" que El Chino, al que ha negado haber vendido explosivos, estaba preparando los atentados, "habría avisado" de ello.

Trashorras, quien se enfrenta a la máxima pena solicitada por el fiscal (38.667 años) por considerar que fue él quien suministró los explosivos para los atentados, ha retomado la declaración que ayer inició y ha vuelto a negar haber puesto a disposición de los presuntos autores del 11 -M la dinamita que explotó en los trenes.

Ha calificado además de 'bulo' "eso que dicen" de que conocía a dos etarras que robaron un vehículo cerca de su domicilio en Avilés (Asturias) y que después colocaron como coche-bomba en el aparcamiento del aeropuerto de Santander en diciembre de 2002.

Dice que hacía de confidente de la Policía

Tras explicar que desde que comenzó a colaborar, en 2001, con el ex jefe de estupefacientes de la Comisaría de Avilés, Manuel García Rodríguez "Manolón", informó "de todo" lo que iba sabiendo sobre El Chino, cuyas relaciones ha dicho que se circunscribían al tráfico de drogas, y ha afirmado que el 27 de febrero de 2004 le "di las indicaciones de la finca de Morata" (término municipal de Chinchón). Incluso ha relatado que se ofreció para ir de coche lanzadera y así poder detener a Ahmidan, lo que, según dijo, no se realizó porque "Manolón" le ordenó que esperara.

Ha señalado que fue después de su detención en Asturias, el 18 de marzo de 2004, cuando bajaron a Madrid a buscar la finca de Chinchón, aunque recordó que no la encontraron "fácilmente" y que incluso tuvo que llamar a su ex mujer, a la que Trashorras trató de exculpar en todo momento, para que le diera indicaciones de dónde estaba la finca, a la que habían acudido en una ocasión con El Chino.

A preguntas de su abogado Gerardo Turiel, Trashorras explicó que el mismo día de los atentados por la noche, al escuchar hablar de "unos suicidas en los trenes" en la radio, fue cuando comenzó a sospechar de la posible implicación de El Chino en el 11 -M, lo que, según dijo, comunicó a "Manolón" dos días después, el 13 de marzo, aunque subrayó que éste "no le dio mucha trascendencia" porque "estaban hablando de ETA".

Toro implica también a Zouhier con los explosivos

Cuando le ha tocado el turno de declarar a su ex cuñado, para el que el fiscal pide 23 años de cárcel, y le han preguntado sobre la posible existencia de un "mercado negro" generalizado de explosivos en Asturias, ha contestado: "lo único que se puede encontrar en abundancia en Asturias es sidra".

Toro ha negado haber ofrecido explosivos y, al igual que manifestó Trashorras, ha asegurado que fue el acusado Rafá Zouhier quien le preguntó por los que aparecieron en una garaje en Avilés (Asturias) y que él dedujo que eran de su ex cuñado porque "era minero". Toro ha explicado que después de los atentados, Trashorras fue a su casa muy nervioso diciendo que "los amigos de Rafá habían sido los del lío de Madrid".

Carmen Toro tiene fe en la inocencia de su ex marido

Su hermana, única mujer acusada en este proceso y para quien el fiscal pide cuatro años de cárcel, sólo ha querido contestar a las preguntas de su abogada a la que ha dicho que se encontraba "confundida" con todo lo que le había sucedido a raíz de casarse con Trashorras, el 14 de febrero de 2004.

"Sólo me queda esa pequeña fe de que (Trashorras) no ha hecho nada", destacó Toro, que sólo ha admitido que sabía que "trapicheaba" con drogas y sobre si le vio nervioso durante la luna de miel, ha respondido que él "es nervioso y está todo el día hablando por teléfono".

Además, Toro ha negado que escuchara conversaciones relacionadas con la compra-venta de explosivos durante las reuniones celebradas por su ex marido, José Emilio Suárez Trashorras, en los McDonalds de Madrid en la que participaron Jamal Ahmidan, uno de los suicidas de la casa de Leganés, y el procesado Rafá Zouhier, y en las que ella estuvo presente.