SAN ROQUE

La mujer maltratada seguirá encadenandose al juzgado tras volver a recibir amenazas

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Fe Rodríguez, la mujer que desde el pasado mes de septiembre lleva encadenándose a los juzgados de San Roque, de Algeciras y la Audiencia Provincial de Cádiz tras serle denegada una orden de protección una vez que su marido cumplió la condena de alejamiento por malos tratos, afirmó hoy que seguirá encadenándose "hasta que me hagan caso", ya que aseguró que ha vuelto a recibir "amenazas de la madre de mi ex marido".

En declaraciones, explicó que "tras volver a recibir amenazas" fue al juzgado de San Roque donde ya las denunció "y después de un mes todavía tienen la denuncia en el cajón y no la han tramitado", lo cual calificó de "demencial".

Por ello, en la mañana del viernes volvió a encadenarse a las puertas de los juzgados de San Roque. La mujer mostró su indignación porque "han venido diez o doce guardias civiles y me han desencadenado y tirado la pancarta diciéndome que no tenía derecho a manifestarme allí". Además, aseguró que "me cogieron de las manos y me han vuelto a hacer daño".

Esta misma semana, Fe Rodríguez interpuso una denuncia ante el Juzgado de Algeciras tras una "agresión" de un Guardia Civil "por el mismo motivo" en la puerta de los juzgados, donde indicó en su denuncia que uno de los agentes "forcejeó conmigo y me provocó heridas en las manos", de las cuales presentó parte médico con la denuncia.

La mujer se encadenó por primera vez a una sede judicial el pasado día 21 de septiembre a la puerta del juzgado de San Roque porque, según explicó, su marido fue condenado por un delito de malos tratos el pasado 20 de septiembre de 2005 a una pena de ocho meses de prisión, "que no cumplió por no tener antecedentes", y a no acercarse a ella a menos de 200 metros durante un año, cuyo plazo expiró en la noche anterior a su encadenamiento.

Así, la mujer indicó que llevaba dos meses pidiendo al fiscal y al juez que llevan el caso que al no estar concluido entonces su divorcio le concedieran el derecho a la vivienda hasta que estuviera concluido, lo cual "me lo han denegado". Según relató, la intención era que una vez concluida la condena, su marido no tuviera derecho a volver a la vivienda donde ella (víctima) vive actualmente y a la que desde esa noche ya tiene derecho a estar el condenado por maltrato.

Por ello, al serle denegado el derecho a la vivienda, la mujer solicitó una orden de protección "que también me fue denegada". Ante esta circunstancia, la salida que vio Fe Rodríguez "para defender" su "vida" fue encadenarse durante unas horas al Juzgado, ya que al ser hipoglucémica no podía permanecer demasiado tiempo al tener que seguir un régimen de alimentación.

Fe Rodríguez aseguró que ha sufrido por parte de su ex marido un "estrangulamiento económico total", ya que, entre otras cuestiones, "retiró su nómina de funcionario del Estado de la cuenta corriente conjunta y dejó de abonar absolutamente todo, aunque siguió comprando y acumulando facturas en esta cuenta, las cuales eran devueltas con continuas notificaciones de apremio de embargo". Este hecho, según la mujer, hizo que tuviera que adquirir una "deuda económica importante para evitar esos embargos".

En este sentido, señaló que debido a su estado psíquico y físico (padeció un cáncer y tiene hipoglucemia), no puede trabajar, por lo que no tiene ningún ingreso ni sabe cuándo los tendrá. Además, manifestó que su ex marido "destruyó mi imagen porque me denunció y dijo a todo el mundo que tuvo que separarse porque yo estaba perdiendo la razón y era drogadicta".

La mujer maltratada recordó que su marido "me dejó sorda con uno de sus golpes, me provocó un destrozo físico y psíquico y como hacen todos los maltratadores, nunca permitió hacer separación de bienes, aunque estuvo casi diez años sin trabajar y llevando muy buena calidad de vida a costa de la mujer que maltrató, maltrata y maltratará".

Por otra parte, manifestó su malestar con la Justicia, ya que afirmó que "en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos de San Roque fui coaccionada para que declarar sin abogado y me intentaron obligar a firmar hojas en blanco sobre el sello del juzgado".

Asimismo, se quejó de que la juez y el fiscal "firmaran de su puño y letra que el maltratador no representaba ningún peligro para mí, que sólo eran desavenencias de pareja y me denegaron una orden de protección o el uso exclusivo de la vivienda hasta que el divorcio o las medidas provisionales estuvieran resueltas". Igualmente se quejó de que "un agente de la Guardia Civil del cuartel de San Roque me denegó ayuda y la entrada de una denuncia contra el maltratador".

Por todo ello, Fe Rodríguez se siente "desprotegida" por la Justicia, así como ésta "protege al maltratador, al que han recompensado en la sentencia de divorcio con mi propio dinero y patrimonio construido con una buena racha de trabajo (Fe Rodríguez es pintora), sin concederme ni siquiera una pensión, sabiendo la precariedad psicológica, física, emocional y económica en que me encuentro". Además, añadió que "para colmo, me quita también, dándoselo al maltratador, hasta el techo que me cobija".