El informe sobre los vuelos de la CIA "abre la puerta" a nuevas revelaciones
El pleno suaviza el informe final al atenuar las críticas a Alemania y suprimir la amenaza de sanciones a los Estados miembros
Actualizado: GuardarEl autor del informe del Parlamento Europeo sobre los prácticas ilegales de la CIA en la lucha contra el terrorismo, el socialista italiano Giovanni Fava, considera que este texto, aprobado hoy por holgada mayoría, "abre la puerta" a próximas revelaciones.
"Vamos a saber más de lo que está escrito aquí", adelantó en rueda de prensa Fava , que citó recientes informaciones sobre vuelos estadounidenses entre Guantánamo y bases militares en Europa, entre ellas las españolas de Rota (Cádiz), Morón de la Frontera (Sevilla) y Torrejón de Ardoz (Madrid).
El ponente ha explicado que, al redactar el informe, no conocía estos datos, pues los registros de vuelos con que trabajó se ceñían a la aviación civil, pero que, posteriormente, supo por "otras fuentes de información" de la existencia de estos enlaces militares.
De hecho, Fava trató hoy, durante la votación del informe, de plantear una enmienda oral para incluir en el texto una mención a estos vuelos militares. Sin embargo, acogiéndose a una cláusula del reglamento de la Cámara, más de 40 eurodiputados conservadores se opusieron a la presentación de la enmienda e impidió su voto.
"Es un hecho que hay bases militares en Europa de donde salieron aviones militares que tenían como destino Guantánamo", dijo Fava , quien añadió: "el problema no es cuánta verdad hay o no hay. Es la actitud ante la verdad. En este Parlamento, la mayoría ha afrontado la verdad, también cuando es muy dolorosa para sus países, pero hay otros que han querido mirar para otro lado".
Aprobación de un texto suavizado
La Eurocámara ha aprobado el texto por 382 votos a favor, 256 en contra y 74 abstenciones una versión suavizada del informe sobre las actividades ilegales de la CIA en territorio europeo, en el que se acusa a los Estados miembros de "cerrar los ojos" frente a los vuelos operados por la agencia norteamericana y se les pide que sigan investigando y proporcionando información sobre los hechos.
No obstante, se atenúan considerablemente las críticas a los Gobiernos, especialmente a Alemania, y se eliminan las referencias a posibles sanciones a los países que hayan sido cómplices de las acciones irregulares de la administración norteamericana.
El texto, que destaca que al menos 1.245 vuelos operados por la CIA han sobrevolado el espacio aéreo europeo o han aterrizado en aeropuertos europeos entre finales de 2001 y finales de 2005, fue apoyado por los grupos de izquierda del Parlamento y también por los liberales, mientras que los parlamentarios del Partido Popular Europeo y del grupo soberanista de derechas Unión por la Europa de las Naciones votaron en su mayoría en contra o se abstuvieron.
Voto negativo del grupo popular
El ponente del informe, el socialista italiano Claudio Fava, defendió que el texto contiene un "análisis riguroso de cinco años de excesos y abusos tolerados en nombre de la lucha contra el terrorismo". "No son opiniones y prejuicios sino hechos probados", recalcó, insistiendo en que los Gobiernos europeos estaban al tanto de las actividades ilegales de la agencia de inteligencia estadounidense.
"No podemos mirar para otro lado como han hecho muchos Gobiernos europeos", dijo Fava, que destacó que con este informe la Eurocámara ha demostrado su "autonomía" porque a su juicio no ha cedido a las presiones de los Gobiernos y ha demostrado que "representa a los electores". Por su parte, el presidente de la comisión sobre la CIA de la Eurocámara, el conservador portugués Carlos Coelho, destacó la utilidad de su trabajo porque "si hay alguna potencia extranjera que quisiera hacer algo similar ahora tendría muchas más dificultades".
Los populares justificaron su voto negativo por considerar que el informe es "desequilibrado" e "inútil", que la mayoría de las cosas que dice no están probadas, y que "condena a la ineficacia a los servicios secretos. El portavoz del PP sobre los vuelos de la CIA , Jas Gawronski, defendió de nuevo una enmienda que señala que "los servicios secretos se llaman así porque su función es trabajar en secreto y que deben poder continuar actuando así sin violar en modo alguno el derecho nacional o internacional".
La Eurocámara exige por tanto al Consejo de ministros de la UE que presione a todos los Estados miembros afectados para que proporcionen "información completa y profunda" sobre lo que sabían de los vuelos de la CIA y exige que, "cuando sea necesario", encargue sin demora una investigación independiente sobre los hechos. No obstante, finalmente se ha suprimido un párrafo que hablaba de imponer, si procede, "sanciones a los Estados miembros en caso de violación grave y persistente" de los derechos humanos.
Casos de Alemania, Rumania y Polonia
También se han eliminado las críticas al Gobierno alemán, y el informe final asegura, en contra de lo que decía el borrador inicial, que "hasta la fecha, las investigaciones de la comisión han mostrado que no hubo una implicación de las autoridades alemanas en el secuestro ilegal" del ciudadano de origen libanés, Jaled El-Masri, que fue trasladado de Macedonia a Kabul. No obstante, se mantiene la referencia, aunque atenuada, al caso de Murat Kurnaz, cuya excarcelación de Guantánamo ofreció Estados Unidos en 2002 a las autoridades alemanas pero éstas lo rechazaron. Este caso esta causando graves problemas al actual ministro de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier.
Por lo que se refiere a Polonia, la Eurocámara "toma nota" de las declaraciones del Gobierno de Varsovia negando la existencia de prisiones secretas de la CIA en su territorio, aunque añade que, a la luz de las pruebas reunidas, "no es posible reconocer o negar" la existencia de estos centros secretos de detención.
En el caso de Rumanía, no se ha suavizado el texto inicial y los parlamentarios aseguran que "no se puede excluir" que los servicios secretos norteamericanos "actuaran de forma clandestina" y que no se han presentado pruebas concluyentes que contradigan ninguna de las acusaciones sobre la existencia de un centro secreto de detención en territorio rumano.