mariano fernández bermejo

Un fiscal con una larga trayectoria de enfrentamientos con el PP

Coincidió con De la Vega en el equipo del primer ministro de Justicia de Felipe González

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Mariano Fernández Bermejo, propuesto para relevar a Juan Fernando López Aguilar al frente del Ministerio de Justicia, protagonizó diversos enfrentamientos públicos con el Gobierno de José María Aznar cuando era fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Madrid hasta el punto de acabar presentando una querella contra el entonces ministro, José María Michavila.

Con la llegada del PSOE al Gobierno y el relevo en la Fiscalía General, accedió en 2004 a fiscal jefe en el Tribunal Supremo a propuesta de Cándido Conde Pumpido, pese a que no contó con el respaldo del Consejo Fiscal.

Miembro de la Asociación Progresista de Fiscales y de 58 años de edad, Fernández Bermejo coincidió en los años ochenta con María Teresa Fernández de la Vega en el equipo del primer ministro socialista de Justicia, Fernando Ledesma. La actual vicepresidenta del Gobierno era entonces jefa de gabinete del ministro.

Años después, en 1992, accedió a la jefatura de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y desde allí llevó investigaciones que afectaban al Gobierno socialista como las escuchas atribuidas al CESID o el caso de Mariano Rubio. Pero tras la victoria de José María Aznar, Fernández Bermejo fue protagonizando diversos roces con el Gobierno del PP, pues no en vano en entrevistas con medios de comunicación no ocultaba su perfil "de izquierdas" y "progresista".

Querella contra Michavila

La tensión con el Ministerio de Justicia llegó al punto de que Mariano Fernández Bermejo llegó a interponer una querella por injurias contra el entonces ministro del PP, José María Michavila, por haber insinuado que el fiscal de Madrid estaba "en rebeldía" con los juicios rápidos. El ministro fue absuelto.

Al final, Fernández Bermejo fue cesado en 2003 a propuesta del anterior fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, aprovechando la reforma del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal que limitaba a cinco años la mayoría de los mandatos en la carrera.

El nuevo cambio de Gobierno y la vuelta de los socialistas en 2004 propició otro movimiento en la carrera de Fernández Bermejo. En junio de ese año, el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, decidió proponerle como nuevo fiscal de Sala jefe de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo.

Entró en el Supremo sin apoyo del Consejo Fiscal

El acuerdo se produjo pese a que Fernández Bermejo no ganó en el Consejo Fiscal la votación para el puesto. El ex fiscal jefe de Madrid consiguió cuatro de los 12 votos del Consejo, tres de su asociación y el de Conde-Pumpido.

Según argumentó entonces la Fiscalía General, Conde-Pumpido decidió proponer a Fernández Bermejo porque ya había estado varios años en el Tribunal Supremo y porque ostentó la Jefatura de la Fiscalía de Madrid, que es la más amplia de todo el Ministerio Público. Recordó también que el Consejo Fiscal tiene un carácter consultivo, pero no vinculante.

Eso sí, desde el PP aquel nombramiento fue considerado un ejemplo de "politización" de la Justicia y a partir de ahí los 'populares' acusaron a Conde Pumpido de colocar a "sus amigos" en los puestos clave del Ministerio Público.