La Audiencia Nacional sopesa conceder la libertad provisional a De Juana Chaos

La Audiencia Nacional tiene previsto decidir mañana si adopta alguna medida sobre la situación del preso etarra José Ignacio de Juana Chaos, ante la gravedad de su estado de salud por la huelga de hambre que mantiene, tras analizar los informes que ha pedido a la defensa, a la Fiscalía y a la AVT.

El tribunal podría ordenar la libertad provisional o la prisión atenuada del etarra u otras medidas de control policial o telemático, pero en ningún caso el tercer grado penitenciario, ya que se trata de un preso preventivo, según explicaron fuentes jurídicas.

La sección primera de la sala de lo penal debe recibir antes de la once de la mañana estos informes, solicitados tras el parte médico emitido por el hospital Doce de Octubre de Madrid, donde está ingresado, que advierte del grave deterioro de su salud y de la existencia de riesgo de muerte por la huelga que mantiene desde el pasado 7 de noviembre, y poco después acordará si modifica la situación procesal del etarra.

Aunque De Juana fue condenado por la Audiencia Nacional a 12 años y 7 meses de cárcel por amenazas terroristas contra cinco responsables de prisiones, el etarra recurrió la sentencia ante el Tribunal Supremo, por lo que sigue siendo un preso preventivo, que ni siquiera ha sido clasificado y, por tanto, no puede progresar de grado penitenciario.

El tribunal que le ha impuesto esta pena se ha dirigido a las partes personadas en la causa después de recibir el informe médico elaborado por dos facultativas forenses que examinaron al etarra en este hospital, donde se controla su estado de salud.

La Fiscalía propone mantener la condena o reducirla a 4 años

Mientras, la Fiscalía ha propuesto al Tribunal Supremo mantener la condena de 12 años y medio de cárcel que le impuso la Audiencia Nacional al preso etarra José Ignacio de Juana Chaos o modificarla por una pena de 4 años, alternativas que ya ofreció el fiscal en el juicio que se celebró contra él por amenazas terroristas.

En el juicio, el fiscal retiró la acusación por el delito de pertenencia a banda armada y en lugar de atribuirle seis delitos de amenazas terroristas propuso al tribunal que le juzgó la alternativa de imponerle una pena de 13 años por un delito de amenazas terroristas o de 4 años, si entendía que incurrió en un delito de coacciones en concurso con otro de enaltecimiento del terrorismo.

Ahora, en su informe al Supremo, la Fiscalía destaca que "la Audiencia Nacional -evidentemente- acogió la primera de las opciones ofrecidas", la de los 13 años, y, aunque considera que por este motivo no debe "cuestionar la resolución dictada", plantea que "ello no es óbice para que en este trámite se defienda la posibilidad" de que se le imponga la otra pena alternativa que se ofreció.

Otegui: "Tenía que estar en la calle hace mucho tiempo"

El portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi ha asegurado que Iñaki de Juana Chaos "tenía que estar en la calle hace mucho tiempo", ya que a su juicio fue condenado por dos artículos de opinión "aplicando el derecho penal del enemigo".

Primera huelga de hambre de dos meses

De Juana Chaos mantuvo una primera huelga de hambre durante dos meses -entre el 7 de agosto y el 8 de octubre de 2006- para reivindicar su excarcelación, ya que opinaba había cumplido su condena, aunque reinició esta protesta el pasado 7 de noviembre tras ser sentenciado por amenazas.

Ante su negativa a alimentarse y dado el deterioro de su estado, se ordenó su traslado dieciocho días después a la Unidad de Nutrición de este centro, cuyos facultativos le colocaron el pasado 12 de diciembre una sonda nasogástrica para proceder a su alimentación por esta vía, en contra de su voluntad.

De Juana ya había sido alimentado de este modo durante su primera huelga de hambre, cuando estaba ingresado en esa ocasión en el hospital comarcal de Algeciras (Cádiz). En esta situación de vigilancia médica se encontraba De Juana hasta que se ha emitido este último informe sobre su estado. Entretanto, la Fiscalía ha pedido al Supremo que confirme la última condena, ya que estima que hay prueba de cargo suficiente para mantener esta pena.