El manifiesto de Madrid pide la unidad de los partidos para poner fin a la violencia
Asegura que los ciudadanos no entenderían que las fuerzas políticas "no hiciesen todos los esfuerzos necesarios" por la paz
Actualizado: GuardarEl manifiesto de la marcha que tuvo lugar ayer en Madrid pedía "la unidad de todos los partidos democráticos" para "poner fin a la violencia" porque los ciudadanos no entenderían que las fuerzas políticas "no hiciesen todos los esfuerzos necesarios" para este fin.
Así consta en el texto del manifiesto que al término de la convocatoria leyó la escritora Almudena Grandes y una mujer ecuatoriana. El texto no mencionaba en ningún momento al PP, pero sí indicaba que "ni las armas, ni aquellos que pretenden instrumentar" el "dolor" lograrán acabar con "la esperanza de que el ejercicio de la palabra traiga la paz y la libertad a lo largo y ancho del territorio español". Asimismo, recalcó la exigencia de que ETA "abandone definitivamente la violencia".
Recuerdo a las dos víctimas de Barajas
El manifiesto comenzaba con un recuerdo a las dos víctimas de ETA en el atentado de la T4, los ciudadanos ecuatorianos Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio, al afirmar que "con ellos murieron una parte de los sueños de miles de emigrantes que cada día cruzan océanos y desiertos para hacer realidad los derechos humanos básicos para sus familias".
Tras unos versos de Octavio Paz a modo de prólogo y tras unos párrafos de condena del atentado del pasado día 30, el texto del manifiesto aseguraba que los terroristas "caen en un trágico error si creen que con la coacción, con el chantaje y con el terror van a provocar la fractura del marco democrático".
Para los convocantes, "urge" la "unidad de todos los partidos democráticos, de todas las organizaciones sociales y de todos los ciudadanos y ciudadanas". Esta es la vía para "hacer frente al terrorismo, derrotarlo y poner fin a la violencia, sentando las bases de la paz y la libertad".
La apelación a la unidad de las fuerzas políticas supone al mismo tiempo la exigencia de superar "la discrepancia y la crítica". "Pero hoy nos atrevemos a pedir que, sin renunciar a ellas y por encima de cualquier otra consideración, sea el tiempo de la voluntad por poner fin a ETA y conseguir la paz", apostillaba el manifiesto. "Es mucho más lo que nos une a los demócratas y sus organizaciones representativas de lo que pueda separarnos, y no entenderíamos que los partidos que nos representan y en quienes depositamos nuestra confianza los ciudadanos, no hiciesen todos los esfuerzos necesarios para terminar con el terrorismo".
El fin del alto el fuego, responsabilidad exclusiva de ETA
Los convocantes expresaron, además, su deseo de que la manifestación se convirtiera en un acto de homenaje a Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio, pero también a "las miles de personas y sus familias, que han sufrido el brutal zarpazo del terrorismo en España". ETA no logrará "amedrentar" a las organizaciones convocantes de la manifestación, así como a los ciudadanos que asistieron a la misma, porque la democracia no cederá a las "intenciones" de la banda terrorista, que "ni antes ni ahora alcanzará objetivo político alguno".
Según los convocantes, la responsabilidad única de la ruptura del alto el fuego permanente declarado por ETA es de la propia ETA. Al concluir un periodo de tres años sin víctimas mortales, los terroristas han quebrado "la esperanza y los deseos de paz de la sociedad española, y especialmente, de la sociedad vasca, manifestados de forma permanente". "El sueño de paz que albergamos -decía el manifiesto en otro pasaje- no es una utopía, es la fuerza de la esperanza que late en todos los aquí reunidos y en toda España, los aquí reunidos abrazados en esa esperanza gritamos 'por la paz, la vida, la libertad y contra el terrorismo'".