Robert Gates recomienda a Bush que envíe 92.000 soldados más a Irak
El presidente de EEUU y los secretarios de Estado y de Defensa han comparecido para anunciar la nueva estrategia en Irak
Actualizado:El jefe del Pentágono, Robert Gates, recomendará al presidente de EEUU, George W. Bush, incrementar las fuerzas armadas estadounidenses en 92.000 nuevos soldados e infantes de marina en un plazo de cinco años. Ayer, el propio Bush anunció que iba a proponer un aumento de 21.500 soldados después de admitir por primera vez erorres en la invasión de Irak.
En una conferencia de prensa en la que ha explicado los aspectos militares de la nueva estrategia para Irak de EEUU, el secretario de Defensa ha anunciado que su propuesta consiste en incrementar la capacidad del ejército en 65.000 nuevos soldados, y la del Cuerpo de Marines en 27.000 nuevos infantes. El énfasis se pondrá, dijo, en "incrementar la capacidad de combate".
Tras subrayar que las nuevas tropas necesitarán algún tiempo para estar disponibles ante un eventual despliegue, el secretario de Defensa ha hecho hincapié en que es importante que los actuales miembros de las fuerzas armadas sepan que podrán contar con refuerzos.
Al mismo tiempo, Gates ha anunciado cambios para la movilización de las reservas que ha calificado de necesarios para hacer frente a desafíos globales actuales como el conflicto iraquí. De momento, ha dicho, no se sabe cuánto tiempo se prolongará el incremento temporal de tropas anunciado por Bush.
Nueva gira de Rice por Oriente Medio
Gates ha comparecido ante la prensa acompañado por la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, quien ha explicado los detalles civiles del plan presentado por el presidente. La jefa de la diplomacia estadounidense ha anunciado también la gira que emprenderá mañana por Oriente Medio para, entre otras cuestiones, tratar de conseguir que los países aliados en la región se impliquen más en la estabilidad de Irak.
Bush admite sus errores en Irak
Mientras, ayer por la noche el presidente Bush ofreció un discurso a la nación retransmitido por las principales cadenas el país en horario de máxima audiencia en el que repasó la situación en Irak y entonó un mea culpa al reconocer que la situación no es tan favorable como se esperaba y asegurar que fue un error no haber enviado más tropas al país mesopotámico. Para solucionar el fallo anunció que iba a proponer enviar 21.500 soldados adicionales para combatir a los insurgentes en Bagdad y en la provincia de Anbar.
No hay avances
El presidente confesó que la violencia en Irak "ha dejado en nada los avances políticos" logrados hasta el momento y que la estrategia de los insurgentes de instigar un conflicto sectario con ataques contra los chiíes "ha funcionado". "La situación en Irak es inaceptable para los estadounidenses y es inaceptable para mí", ha comentado desde la biblioteca de la Casa Blanca.
Con ese preámbulo, el presidente ha detallado el cambio de estrategia en Irak, que se esperaba desde después de la victoria demócrata en las elecciones legislativas de noviembre, debida en gran parte por el cansancio de los votantes con la guerra.
Bush esperó hasta después de la publicación en diciembre del informe del Grupo de Estudio sobre Irak, convocado por el Congreso, para enunciar su nueva estrategia. Sin embargo, ha dejado claro que no está de acuerdo con las dos principales conclusiones de la comisión bipartidista: que EEUU retire gradualmente sus soldados y que abra el diálogo con Irán y Siria.
Sobre las tropas, Bush ha tomado la dirección contraria al anunciar el envío de 21.500 soldados, la mayoría a Bagdad. Su misión será "ayudar a los iraquíes a despejar y garantizar la seguridad de los barrios". En el pasado, EEUU ha lanzado campañas en la capital, pero fracasaron, según ha reconocido, porque "no hubo suficientes tropas, ni iraquíes ni estadounidenses, para proteger los barrios que habían quedado despejados de terroristas e insurgentes".
¿Cuánto tiempo?
Además, 4.000 soldados del contingente adicional serán destinados a la provincia occidental de Al Anbar, que Washington considera el reducto principal de la red Al Qaeda en el país. Bush no ha aclarado cuánto tiempo se quedarán los refuerzos en Irak, que se añaden a los 132.000 militares actualmente en el país. "El compromiso de Estados Unidos no es indefinido. Si el Gobierno iraquí no cumple sus promesas, perderá el apoyo del pueblo estadounidense", ha afrimado.
Según Bush, el primer ministro de Irak, el chií Nuri al Maliki, ha prometido dar luz verde a las fuerzas estadounidenses e iraquíes para actuar contra la violencia sectaria. Al Maliki también se ha comprometido a revisar la ley que impide detentar cargos públicos a miembros del partido Baaz, de Sadam Hussein, que fue decretada por el propio gobierno provisional de Estados Unidos tras la invasión.
Bush ha precisado que el Gobierno iraquí pretende asumir la responsabilidad de la seguridad en todas las provincias en noviembre. Actualmente sólo la tiene en tres. En su discurso, el presidente también ha apuntado con el dedo a Irán y Siria, a los que ha criticado por permitir a los insurgentes usar su territorio para entrar y salir de Irak. Además, Bush ha asegurado que Irán respalda a algunos escuadrones de la muerte chiíes y provee de material militar que se usa contra las tropas de EEUU. "Interrumpiremos el flujo de apoyo de Irán y Siria", ha prometido.