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El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, durante su discurso. / AP
cuatro años más

Lula inicia su segundo mandato en Brasil con énfasis en la política social

El presidente de Brasil aludió a la ola de violencia de Río de Janeiro en los últimos días de 2006, y prometió mano dura contra la barbarie

EFE | BRASILIA
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El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, puso énfasis en los aspectos sociales de su política al jurar ayer el cargo para un segundo mandato que, según dijo, permitirá acelerar el crecimiento económico.

En una ceremonia prácticamente protocolaria, Lula reiteró que quiere de su nuevo gobierno "osadía", "coraje" e "imaginación" para acelerar el crecimiento económico y aumentar la generación de empleo y la distribución de la renta.

El presidente ratificó su compromiso con la responsabilidad fiscal y con una política económica que ha permitido al país mantener la estabilidad, la baja inflación y reducir la vulnerabilidad externa.

Comparando al Brasil de hoy con el de hace cuatro años, cuando asumió por primera vez el cargo, afirmó que "mucho se ha hecho" para combatir la miseria y el hambre, pero reconoció que, a pesar de eso, "infelizmente permanecen las injusticias entre los pobres".

Para los próximos cuatro años, aseguró que su gobierno dará especial prioridad a "la educación, la generación de mano de obra, el microcrédito, la reforma agraria pacífica y productiva", así como a la "expansión del arte y la cultura popular" para alcanzar estos objetivos.

En el plano internacional, valoró la política exterior desarrollada estos años con la búsqueda de nuevos mercados y la cooperación en el eje Sur-Sur. "Brasil asocia su destino económico, político y social al del continente, al Mercosur y a la Comunidad Suramericana de Naciones", dijo el presidente.

Menos seguidores

Por otra parte, Lula criticó los escasos avances logrados para resolver problemas mundiales como las desigualdades económicas o el terrorismo, y que no hayan mejorado las relaciones entre las naciones más ricas y más pobres.

Los actos para la investidura de Lula como presidente y de José Alencar como vicepresidente de Brasil comenzaron en el Palacio de la Alborada, sede de la presidencia, de donde salió el cortejo. En esta ocasión no asistieron mandatarios de otros países ya que el presidente creyó más oportuno no causar molestias en una fecha como el 1 de enero.

En su segundo discurso de la jornada, Lula aludió a la ola de violencia que dejó 25 muertos en Río de Janeiro en los últimos días de 2006, y prometió mano dura contra la barbarie.

Según fuentes policiales, unas 10.000 personas salieron a las calles de Brasilia para seguir los actos, cifra inferior a la de hace cuatro años, cuando fue arropado por cientos de miles de seguidores. Además de Lula y Alencar, asumieron su cargo los gobernadores de los 27 estados brasileños, elegidos en octubre pasado.