El polonio, una contaminación fácil pero sin peligro
Es una materia altamente radiactiva, que produce radiaciones alfa
Actualizado: GuardarLa contaminación por polonio 210 de varias personas del entorno del ex agente ruso Alexandre Litvinenko, entre ellos siete empleados del Hotel Millenium de Londres donde estuvo el 1 de noviembre, se explica por un simple contacto. Efectivamente, basta que los empleados hayan tocado un objeto que sostuviera el espía ruso para entender su leve contaminación.
El polonio es una materia altamente radiactiva, que produce radiaciones alfa. Es muy tóxico en dosis ínfimas por inhalación o ingestión, pero sólo contamina a una distancia menor a cuatro centímetros.
Si se diluyó en una bebida ofrecida a Litvinenko, la taza, la cucharilla e incluso el hielo han podido contaminar a todo aquel que los tuviera en la mano o se les acercara mucho, como camareros o empleados de la cocina. Lo mismo ocurre con quien diera la mano al ex espía, fallecido el 21 de noviembre.
Por otra parte, el polonio se vuelve volátil a 50° C, por lo que todo aquel que respirara el vapor que saliera de la taza de té del ex agente también pudo contaminarse por inhalación. Según informó el jueves la Agencia Británica de Protección de la Salud (HPA), "los resultados preliminares recibidos de siete miembros del personal del bar The Pine del hotel Millennium el 1 de noviembre muestran que parecen haber estado expuestos a bajos niveles de polonio 210".
"No hay riesgos a corto plazo. A largo plazo el riesgo es considerado muy pequeño sobre la base de las pruebas iniciales", precisaron las autoridades británicas.
Según un experto francés del Instituto de Radioprotección y Seguridad Nuclear (IRSN), sólo es extremadamente peligrosa la ingestión del producto. En el caso del personal del hotel Millenium, sólo puede tratarse de unos cuantos átomos, mientras que para enfermar a una persona "hace falta una masa en torno a un microgramo, lo que es muchísimo", subraya.
El número de personas contaminadas podría explicarse por la potencia de detección de la física nuclear, capaz de seguir el rastro del polonio con tan sólo unos átomos, añade este experto.