Aznar critica la política de "entreguismo" a ETA y la "deslealtad" del Gobierno

El presidente de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) y ex presidente del Gobierno, José María Aznar, criticó ayer por la noche la política de "entreguismo" a ETA que está desarrollando el Gobierno, al que acusó de "desleal", y pidió al Ejecutivo y al PSOE que superen sus "viejas obsesiones personales" y le dejen "en paz", en referencia al vídeo realizado por los socialistas sobre la actuación del PP en la tregua de 1998.

"No hay vídeo pequeño que lo salve ni largometraje que lo pueda justificar nunca", señaló Aznar sobre la política antiterrorista del PSOE durante un acto en el que fue nombrado Afiliado de Honor del PP del madrileño distrito de Fuencarral-El Pardo.

Así, el ex presidente del Gobierno realizó una dura crítica a la política que el Ejecutivo socialista está llevando a cabo en materia antiterrorista -que ha creado un escenario de "entrega y sumisión" ante ETA, dijo- y que contrapuso con la desarrollada durante sus ocho años de Gobierno.

Acto seguido, matizó que esta duda está asentada en "algunas evidencias" en "este sentido" y por las cuales justificó su presencia en la manifestación convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) del pasado sábado y anticipó que lo volverá a hacer para denunciar la rendición y subordinación del Gobierno ante ETA.

En cuanto al contenido del vídeo, Aznar definió su mandato como el de un presidente de Gobierno que rechazó "toda negociación, relación, cesión o diálogo" con la banda terrorista ETA, que nunca negó ninguna tregua, que certificó que una tregua declarada unilateralmente era una trampa, que "luchó y arrinconó" a los terroristas.

Deslealtad del Gobierno

Según alegó, el suyo fue un Gobierno que no usó instrumentos que estuvieran al margen de la ley, que defendió el Estado de Derecho, logró la ilegalización de Batasuna, el cumplimiento íntegro de las penas para los terroristas y que prácticamente acabó con la 'kale borroka'. Incidió en que el Ejecutivo que presidió durante ocho años ayudó a las víctimas del terrorismo, no las enfrentó ni dividió, y estuvo al lado de las organizaciones civiles que luchaban por las libertades y los valores constitucionales.

Frente a esta forma de gobernar, Aznar criticó la "deslealtad" del Gobierno de Zapatero -al que también acusó, junto a los socialistas, de querer excluir al PP "de la vida política española"- y, en esta línea, enfatizó que el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo se ha "quebrado" y "roto" por decisión "intransferible" de Zapatero y su Gobierno. En la lista de ejemplos de este comportamiento citó además los contactos del PSOE con Batasuna antes de las elecciones del 14 de marzo de 2004, algo que, según dijo, no se ha "desmentido" todavía.

El ex presidente acusó también a Zapatero de utilizar "el Estado de Derecho y la ley" según "las circunstancias", así como de "despreciar y dividir" a las víctimas del terrorismo" y "responsabilizar" a su Gobierno de "un atentado" como el del 11-M. Por último, remarcó que negociar una tregua asumiendo compromisos con ETA, engañando a los españoles y aceptando una Mesa de Partidos para la apertura de negociaciones, como ha hecho el PSOE también es propio de un partido desleal.

Aznar dijo que a alguien que actúa de esta manera hay que exigirle que "deje de hacer lo que hace" -crear un escenario de "entreguismo" y "sumisión" ante ETA, según señaló-, que pida disculpas y trabaje por la defensa del Estado de Derecho y las reglas constitucionales.