El joven acusado de asesinar a un hombre en El Puerto apela a las drogas y problemas psiquiátricos
Actualizado:El joven J.M.D.G, de 24 años de edad, que presuntamente mató de un tiro a un hombre en la variante de Rota en el término municipal de El Puerto de Santa María tras haber disparado previamente en otro punto de la ciudad a otro ciudadano que circulaba en una motocicleta, apeló hoy al consumo de drogas y a problemas psiquiátricos para justificar los hechos.
J.M.D.G, para quien la Fiscalía pide 27 años de prisión, afirmó que el día previo a los hechos había consumido siete u ocho gramos de cocaína y que antes de coger el coche el día de autos se "comió" unas pastillas de tranquimazín con una cerveza.
El acusado afirmó que a la primera persona que disparó lo hizo "sin intención de matarlo", así como que desconocía el motivo por el que lo hizo. En cuanto a la segunda persona a la que disparó, con resultado de muerte, aseguró que hubo un forcejeo con ella, algo que fue negado por la entonces pareja sentimental y principal testigo por estar presente en los hechos.
Así, la mujer, que testificó oculta tras un biombo para que el acusado y ex compañero no la viera, aseguró que "no hubo forcejeo" y que antes del disparo el imputado le preguntó si quería ver cómo se cargaba a un tío.
Entre los testimonios del acusado y el de su ex compañera se produjeron otras contradicciones, como el estado en el que se encontraba J.M.D.G. antes de salir de la casa el día de los hechos, ya que mientras que éste aseguró que se echó en la cama "un ratillo" pero que no consiguió dormir, su ex compañera aseguró que después de llegar por la mañana de haber estado toda la noche en la calle, lo despertó sobre las cinco de la tarde para llevar a su hijo al hospital.
Otras de las contradicciones producidas entre acusado y principal testigo fue que mientras que J.M.D.G. aseguró en varias ocasiones que cuando paró en la puerta del cementerio y disparó al hombre que iba en moto sólo realizó un disparo, su ex compañera manifestó que antes había disparado con la escopeta.
Por otra parte, el procesado también aseguró que no tenía buenas relaciones con los padres, mientras que el padre, que pasó por el estrado como testigo, manifestó que la relación con su hijo era "buena". Igualmente, el imputado indicó que la escopeta con la que se produjeron los disparos la había cogido el día antes de los hechos y su padre indicó que hacía varios días.
J.M.D.G. también apeló en su defensa que tenía problemas psiquiátricos, motivo por el que lo expulsaron del servicio militar, así como que había intentado suicidarse en varias ocasiones. No obstante, aseguró que tenía permiso de armas y licencia de caza.
HECHOS
Los hechos se produjeron el 22 de diciembre de 2002 cuando sobre las 16.30 horas en el domicilio de los padres del acusado en El Puerto de Santa María, donde vivía junto a su compañera sentimental, fue despertado de la siesta para llevar a su hijo al hospital.
Según la calificación fiscal, a la que tuvo acceso Europa Press, el acusado se levantó y antes de salir cogió una escopeta y la puso en el asiento delantero del coche, sentándose en el asiente trasero la compañera sentimental con sus dos hijos menores de edad. Algo que fue negado por el propio acusado que aseguró que la escopeta la llevaba siempre en el coche porque realizaba caza furtiva de conejos por la noche.
Posteriormente, el procesado puso el coche en marcha y se dirigió al hospital. Así, al llegar a la explanada del cementerio, sobre las 17.30 horas, detuvo el coche en la puerta principal mientras discutía con su compañera, cogió la escopeta que había cargado previamente con cartuchos de perdigones y apuntó, según la Fiscalía, a una persona que venía por la carretera en un ciclomotor.
Tras seguir la trayectoria de la moto efectuó un disparo dirigido al conductor, aunque éste no tenía ninguna relación con el acusado. El impacto le alcanzó en la espalda y la cabeza, sufriendo 16 heridas. A continuación, arrancó el vehículo y lo puso en marcha en dirección a Fuentebravía. Al parecer, al llegar al hospital, la compañera le dijo que lo iba a denunciar, por lo que volvió a arrancar el coche, dio la vuelta y le dijo a su compañera que la iba a llevar a casa para matarla a ella y a los niños.
En una de las rotondas que cogió no respetó el ceda el paso, lo que fue recriminado por unos conductores que tuvieron que esquivarlo y el acusado respondió sacando por la ventanilla la escopeta y diciéndole "reíros ahora". Una expresión que J.M.D.G. manifestó que no dijo porque no encajaba y que lo que pudo haber dicho fue algo como "ahora qué".
Según el escrito del fiscal, continuó circulando en dirección a su domicilio y entre las 17.45 horas y las 18.00 horas en la variante de Rota, dio un frenazo y derrapó el vehículo haciendo un trompo. Esto fue presenciado por J.V.M.M. que caminaba por la vía de servicio paralela a la carretera y al que el acusado le preguntó que "qué miraba".
Al llegar a su domicilio, sin permitir que nadie se bajara del vehículo, aceleró nuevamente y le dijo a su compañera que la llevaba a los campos para matarla, dirigiéndose por el camino de servicio por el que caminaba J.V.M.M. Según la Fiscalía, fue entonces cuando preguntó a su compañera si quería ver "como mato a un tío", colocándose a continuación a la altura del viandante y llamándolo para que se acercara.
J.V.M.M. se acercó y cuando estaba junto a la ventanilla le dijo: "quiere que le pegue un tiro", mientras cogía al mismo tiempo la escopeta del asiento delantero y la sacaba por la ventanilla, que se encontraba completamente bajada. Así, con el cañón a escasos centímetros de la víctima, le disparó un tiro a la altura del abdomen que le causó la sección de la aorta abdominal e ilíaca primitiva izquierda, provocándole la muerte.
Por el ello, el fiscal pide para J.M.D.G. 27 años de prisión, además de una indemnización de 6.300 euros para el ciudadano al que supuestamente disparó cuando éste circulaba en moto y de 240.000 euros para los herederos de la persona que falleció a consecuencia del disparo.