El presidente brasileño, Lula da Silva, vota en un colegio electoral. /EFE
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Lula se queda a las puertas de la reelección y deberá ir a la segunda vuelta

El presidente brasileño se enfrentará al socialdemócrata Alckmin tras faltarle un punto porcentual para ganar en la primera vuelta

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El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha quedado a las puertas de ser reelegido hoy para un segundo mandato y deberá disputar una segunda vuelta con el socialdemócrata Geraldo Alckmin, por falta de algo más de un punto porcentual.

Con un 99,96% del censo escrutado, Lula tenía un 48,61%, contra un 41,64% de Alckmin, y ya nada impide una segunda vuelta, prevista para el próximo día 29 de octubre. Los primeros boletines oficiales sorprendieron al dar a Alckmin más del 40% de votos, un apoyo que ni el sondeo previo más esperanzador le adjudicaba.

Lastrado por la corrupción

Lula ha estado durante todo el recuento en el filo de la navaja que dividía la reelección de la segunda vuelta y finalmente ha logrado la que puede ser la victoria más amarga de su vida. Quería ser reelegido ayer y lo dijo en cuanto mitin estuvo durante la última semana, en la que fue blanco de agudas críticas por un escándalo surgido en su comité de campaña.

Hace quince días, la Policía detuvo a dos miembros del comando de Lula cuando intentaban comprar, por 800.000 dólares, un dossier con falsas acusaciones de corrupción contra Alckmin y José Serra, candidato del Partido de la Social Democracia (PSDB) al gobierno de Sao Paulo, quien ganó ayer cómodamente. La pista del dossier llevó a la Policía a otros tres miembros del comité de campaña de Lula y a uno de los asesores de seguridad del Palacio presidencial de Planalto.

Lula destituyó a todos los implicados y también al coordinador del comité, Ricardo Berzoini, actual presidente del Partido de los Trabajadores. En parte por las repercusiones de los escándalos, Lula desistió en esta campaña de participar en debates, alegando que debía "preservar" la Presidencia de la lucha electoral.No estuvo ni en el último debate, transmitido por el influyente canal Globo, y sufrió durísimas críticas frente a una audiencia de unos 30 millones de personas.

Apoyado en el escándalo, y con el respaldo indirecto que supuso la carga de todos los otros candidatos contra Lula, Alckmin ganó terreno desde que surgió el dossier.

Ahora, la campaña comenzará de nuevo, sólo con Lula y Alckmin, quienes a partir de hoy mismo intentarán tejer nuevas alianzas, a fin de lograr para el día 29 el apoyo que les faltó para ganar hoy, en primera vuelta.