El temor de los ediles a tener problemas legales abrió brechas en el equipo de gobierno

Meses antes de que la ‘operación Malaya’ desmontara la red de corrupción en el Ayuntamiento de Marbella, el equipo de gobierno encabezado formalmente por Marisol Yagüe hacía aguas por varios frentes. Los concejales, cuyas visitas a los juzgados ya eran frecuentes, comenzaron a resistirse a obedecer ciegamente instrucciones del cerebro de la red que los podían enviar a la cárcel. Así se refleja en varias de las conversaciones grabadas por la policía, en la que tanto Roca como Marisol Yagüe se quejan de la falta de compromiso de los ediles en algunas de estas actividades.

Una de las más significativas fue registrada por los investigadores el 13 de diciembre del año pasado. Juan Antonio Roca y Marisol Yagüe tienen una conversación en relación a Jorge González, el funcionario municipal cuya denuncia dio lugar a la investigación que desencadenó la ‘operación Malaya’.

Marisol– ¿Cómo ha ido la declaración de Jorge de hoy?

Roca– Bueno, en su línea, arremete mucho, un poquito contra mí, pero mucho contra ma..., contra Isabel ¿sabes? Diciendo que Isabel le pidió unos informes que él se lo hizo, que Isabel le encargó, que Jesús Gil disolvió el equipo jurídico (...) Hay problemas que pueden surgir. Uno pues, que dimos una licencia de primera ocupación de un proyecto que tenía una medida cautelar de suspensión ¿Y por qué se dio? Pues se dio porque no estaba en el expediente y nadie lo había dicho. Pues resulta que hace tres meses dije ¿Me explico? que se hiciera un expediente informativo con el funcionario de Jorge para que quedara constancia de que Jorge había dicho de que no se metieran esas medidas cautelares en el expediente, y mañana, cuando tuviéramos que ir al juzgado, podíamos decir, Señoría difícilmente puedo yo enterarme que existe esa medida si no existe en el expediente, oiga usted.. ¿Y por qué no estaba en el expediente? Mire usted, como aquí consta en este expediente que se hizo, el funcionario fulano de tal quiso meterlo en el expediente, y Jorge González dijo que no. No con ánimo de joder a Jorge, Dios me libre, lo estábamos haciendo con el ánimo de estar justificando el por qué tomamos una medida.

Marisol– De defendernos.

Roca– Exactamente. ¿Y por qué no se ha hecho? Digo pregúntale a tu amigo José Luis Fernández Garrosa (concejal del GIL), llama el Tomás Reñones al Fernández Garrosa, y dice Fernández Garrosa, no Juan Antonio, que yo te dije a ti que tenías que mandarme por escrito. Digo, vamos a ver, José Luis, que Juan Antonio Roca te tiene que mandar por escrito que ha oído que un funcionario le ha dicho a Jorge, digo, tú estás gilipollas o qué te pasa a ti? (...) Llevo tres meses diciendo que había que hacerlo. ¿Y sabes tú por qué no se ha hecho? Pues no se ha hecho porque tu compañero Fernández Garrosa no se moja ni para ir a por tabaco.

Marisol– Yo te digo ya. Te voy a decir una cosa, Juan Antonio. Lo hemos hablado ahí dentro. Lo hemos hablado más veces, yo mañana los he citado a ellos, a los tenientes de alcalde.