El jefe de la seguridad de Roca tenía contactos con diversos cuerpos policiales
El juez sostiene en un auto que Jaime Hachuel utilizaba a los agentes para la identificación de vehículos y de sospechosos. Tomaba medidas para evitar las investigaciones de la policía
Actualizado:Juan Antonio Roca invirtió una parte de su presupuesto en seguridad. Pero no en alarmas convencionales o habitaciones antipánico para guarecerse de los ladrones. Al ex asesor de Urbanismo le encontraron, en cambio, tres zulos en una de sus fincas, captadores de frecuencia y móviles encriptados para evitar escuchas telefónicas, según el sumario del ‘caso Malaya’.
La persona encargada de la seguridad del ‘jefe’ era Jaime Hachuel, detenido en la primera fase de la operación policial por un presunto delito de blanqueo de capitales. En el auto que justifica el registro de su casa, el juez Miguel Ángel Torres desvela que Hachuel «tiene contactos con diversos cuerpos policiales que colaboran en la identificación de vehículos y de personas sospechosas que se encuentren en los lugares donde se desenvuelve Roca y su círculo de confianza para evitar seguimientos e investigaciones de sus actividades por la policía».
Hachuel gozaba de la «absoluta confianza» de Roca, manteniéndose en contacto permanente con él, según el juez. «Sus funciones son de lo más variado», relata en el auto, «pues se encarga de transportar para Roca importantes cantidades de dinero en efectivo colaborando con delitos graves» y con el blanqueo de capitales. De hecho, Hachuel tiene despacho propio en la sede de Maras Asesores, considerada el cuartel general de Roca.
El magistrado que instruye el ‘caso Malaya’ también habla de Hachuel como la persona que proporciona a la organización los medios electrónicos y técnicos a fin de que sus actividades no puedan ser detectadas, «dificultando y entorpeciendo las investigaciones contra Roca y su entorno».
Apoyándose en esos argumentos, el juez autorizó el registro de la vivienda de Hachuel, en Estepona, y que se llevó a cabo el pasado 29 de marzo. En el garaje, en un hueco de la pared, los agentes de la Udyco-Costa del Sol encontraron una caja fuerte que contenía una pistola Walhter P99 cargada con diez cartuchos y el tambor de un revólver del calibre 357 con seis cartuchos. En la casa se hallaron 135 cartuchos de 9 milímetros Parabellum y 15 cartuchos para la pistola encontrada en la caja fuerte, y en el dormitorio principal, un revólver del calibre 357 cargado con seis cartuchos.
Collage amenazador
En su declaración ante el juez, el el jefe de seguridad afirmó que Roca recibió amenazas anónimas contra él y su familia un mes antes de su detención. Aseguró que el cerebro de la trama recibió «un anónimo tipo collage» donde el ex asesor de Urbanismo y su familia aparecían «con la cabeza cortada».
En su declaración, Hachuel destacó además que desde que reside en Marbella había escuchado que Roca «podía tener algún tipo de amenaza de la mafia rusa», por lo que llevaba un año acompañando a su hijo hasta la parada en la que le recogía el autobús del colegio.
Manifestó que compró, por orden del cerebro de la trama, ocho teléfonos encriptados que costaron 4.000 euros cada uno e indicó que los móviles eran para Roca, Óscar Benavente, Salvador Gardoqui, la esposa de Roca y los abogados Monserrat Corulla y Manuel Juan Sánchez Zubizarreta. Hachuel añadió que el ex asesor le encargó también un dispositivo para detectar pinchazos a teléfonos fijos y un sistema para hacer barridos de micrófonos y microcámaras.