«Cádiz está en el Paleolítico: sólo quieren Carnaval»
Actualizado: GuardarCuando se baja del escenario, Farah Tirana (Cádiz, 1978) se llama... «Pues Farah Tirana, para qué vamos a dar más vueltas si eso es lo que me llama la gente». Ha sido transexual, ahora es travesti, pero prefiere decir drag. Realmente, es show woman. Es decir, que canta, baila, hace coreografías, se mete con cualquiera... Eso, además de sacar adelante una compañía de baile para espectáculos drag llamada Liduán y otra de flamenco cómico. El jueves demostró lo que sabía hacer en el IV Certamen de Drag Queens Barrio del Pópulo.
–¿Cómo se hizo ‘drag’?
–Tenía 17. Comencé a salir por el ambiente como cualquier chaval normal y corriente y a trabajar en El Poniente. Un día, mi jefe me propuso hacer un espectáculo. No lo había intentado nunca. Hablé con mi padre y no le importó en absoluto, porque es un trabajo como cualquier otro. Mi personaje era creado, pero sobre una base real, basado en mi persona. Yo soy así: cachonda y simpática. La gente se reía mucho conmigo.
–¿Tuvo éxito?
–Fue un boom. De hecho, 10 años después sigo trabajando allí. A raíz de eso me gustó. Conste que yo nunca fui mariquita, sencillamente quería ser mujer, y quería saber cómo funcionaba.
–¿Es mujer ahora?
–Fui transexual, porque me hormonaba. Pero mi padre se puso enfermo y no podía seguir. Con las hormonas hay que cuidarse mucho, y no se puede estar maldurmiendo en un hospital. Lo dejé.
–¿Cuánta gente trabaja en su compañía?
–Seis bailarines, tres técnicos, maquillador, peluquero, modista y utiller.
–Eso cuesta dinero...
–Ponemos esfuerzo e ilusión, pero no nos ayuda nadie. Si fuese Carnaval o cualquier peña, nos darían dinero pero... Intentamos formar una compañía fuerte y hay que hacer vestuario, además de muchas otras cosas.
–¿De qué vive?
–De mi trabajo como Farah Tirana, de mis actuaciones en solitario. Además llevo Liduán y un grupo de flamenco y humor que se llama Gitanerío y la Pringá. Vamos con delantales, perejil y nuestras letras hablan del puchero, la plaza, los niños, estoy mala, etc. La gente muere con eso. Eso sí: sé lo que es pagar el piso y no tener para comer... De todas maneras, mi lema es «Yo puedo, España lo intenta».
–¿Cuál es la diferencia entre travesti y ‘drag queen’?
– Yo soy travesti, pero está muy mal visto. Cuando alguien habla de uno es porque lo ha visto prostituyéndose. Solamente son personas que se visten de mujer. Drag queen es más estrambótico, pero no tienen porqué ser homosexuales. Pueden tener hijos, estar casados... Pero se sienten la reina de una fiesta, de una noche, reinas de su casa... Lo que mejor me define a mí es show woman.
–¿Se mueve el ambiente ‘drag’ en Cádiz?
–Poco, porque hay muchas que van con unos aires de grandeza que aburren. El espectáculo con playback no es muy espectacular. Hay que doblar perfectamente a la cantante y enriquecerlo. Yo canto y bailo, porque sé cantar y bailar. Quier decir que yo valgo para esto. No soy albañil, ni reponedora. Soy show woman.
–¿Dónde se pueden ver drags en la ciudad?
–Un jueves sí y uno no en el Poniente. Algunas veces en el Pay Pay. Pero no hay espacios para trabajar. Cádiz está en el paleolítico: sólo quieren Carnaval.
Tirana en el escenario
–¿Porqué se llama Farah Tirana?
–Farah es un nombre árabe que significa alegría. Tirana por la capital de Albania. Y porque soy una tirana en el escenario. La gente está encantada de que les diga cosas, aunque les diga una infamia.
–¿Se siente respetada?
–A mí me respetan y me adoran. Pero hay que informar bien, porque algunos nos toman como perturbadas. Y yo estoy perfectamente.