Anticorrupción pide seis años de cárcel para Botín por apropiación indebida
También extiende sus acusaciones al secretario del Consejo de Banesto y al director de Recursos Humanos
Actualizado:La Fiscalía Anticorrupción ha pedido hasta seis años de prisión para el presidente del Santander, Emilio Botín, por la comisión de cuatro delitos de apropiación indebida y uno contra la Hacienda Pública, derivados de la entrega en 1994 del 1% de las acciones de Banesto a 13 directivos.
En un escrito entregado al juzgado de instrucción número 3 de Santander, la Fiscalía pide las mismas penas para el resto de miembros de la Comisión Ejecutiva del Santander que autorizó la entrega: Matías Rodríguez Inciarte, José Luis Díaz Fernández, Rafael Alonso Botín , Rodrigo Echenique, Juan Secades e Ignacio Benjumea.
También extiende sus acusaciones al secretario del Consejo de Banesto, Juan Carlos Rodríguez Cantarero, y al director de Recursos Humanos, José María Espí, por haber actuado como cooperadores necesarios.
En su petición previa a la apertura de juicio oral, el Ministerio Fiscal ha pedido también al juez que imponga a cada uno de ellos una multa de 40 millones de euros, así como el pago de una indemnización conjunta por responsabilidad civil 13,33 millones más los intereses de demora, de la que puede responder el Banco Santander.
El Ministerio Fiscal entiende que en este caso se da la circunstancia agravante de la "especial trascendencia y gravedad de la defraudación", aunque también el atenuante por la reparación del daño.
Según refleja en sus conclusiones provisionales, los acusados diseñaron y aprobaron el plan retributivo con la finalidad de omitir la tributación del ingreso a cuenta correspondiente por las retribuciones en especie otorgadas por el Santander a los directivos de Banesto.
Sus acusaciones mantienen también que los miembros de la Comisión Ejecutiva decidieron ocultar la existencia de esta operación a los organismos supervisores -Banco de España y Hacienda Pública-, así como al Consejo de Administración y a los propios accionistas del banco.
En total, cinco delitos
Por todo ello, el fiscal entiende que entre 1994 y 1997 cometieron cuatro delitos de apropiación indebida, y en 1998 otro contra la Hacienda Pública, que deben ser castigados con seis años de prisión.
Alternativamente, la Fiscalía ofrece la posibilidad de que esa actuación sea constitutiva de un delito de apropiación indebida y cuatro delitos fiscales, lo que rebajaría la condena a cinco años de prisión; la multa a cada uno de ellos, a 3,54 millones de euros, y la responsabilidad civil, a 9,887 millones más intereses.
Esta causa se inició a raíz de una querella del ex consejero de Banesto Rafael Pérez Escolar y en ella se investiga si el Santander cometió un delito al no hacer las retenciones tributarias correspondientes cuando en 1994 entregó esas acciones a los 13 directivos que puso al frente de Banesto para que lo reflotaran.
Según las acusaciones, el Santander debería haber efectuado las retenciones en 1994, en el momento de entregar los 6,47 millones de acciones de Banesto a 400 pesetas -su valor nominal-, cuando su cambio medio en bolsa era de 848 pesetas.
El Santander pagó los impuestos cuando en 1998 ejecutó de forma definitiva la cesión de las acciones, una vez que dio por alcanzados los objetivos exigidos a los directivos de Banesto para la entrega de los títulos.
El banco defiende que "siempre ha actuado con total transparencia, pagándose los impuestos cuando se cumplieron los objetivos a los que estaba sometido el plan de incentivos concedido a los directivos, a los que en 1994 se les encomendó la gestión de Banesto tras su adquisición por Banco Santander".
"El pago de los impuestos se hizo en la más estricta aplicación de la ley y de forma más favorable para Hacienda que si se hubiera seguido el criterio manteniendo por la acusación", afirman en el banco y añaden que "se pagó el triple de lo que hubiera resultado siguiendo el criterio de Hacienda que, paradójicamente, saldría perjudicada de prosperar su interpretación".