
Se suicida el raptor de la niña reaparecida en Viena tras ocho años de secuestro
La Policía registró la casa del sospechoso y encontró un 'zulo' de tres metros por cuatro debajo de la fosa de un garaje
Actualizado: GuardarLos ocho años de cautiverio de Natascha, secuestrada a los 10 años de edad y reaparecida inesperadamente ayer, han conmocionado a la opinión pública de Austria, mientras la víctima muestra síntomas de un "fuerte síndrome de Estocolmo", según los expertos.
La Policía austríaca ha identificado hoy por una cicatriz a la joven como Natascha Kampusch, quien desapareció en marzo de 1998 en un barrio vienés cuando iba a la escuela, aunque durante el día se esperan los resultados definitivos de los análisis de ADN.
El caso se había convertido en la mayor búsqueda policial de la historia de Austria, solucionado ahora gracias a que Natascha logró liberarse aparentemente por cuenta propia y huyó de su captor para esconderse en el jardín de una casa en la localidad de Strasshof, al norte de Viena, cerca de la vivienda que se convirtió en su cárcel.
Horas después, a las 21.00 hora local, su supuesto captor, Wolfgang Priklopil, un técnico de electricidad de 44 años, se suicidó arrojándose a las vías de un tren de cercanías al norte de Viena y murió aplastado.
La Policía encuentra el 'zulo'
Durante toda la pasada noche, la Policía registró la casa en cuestión y encontró un 'zulo' de tres metros por cuatro debajo de la fosa de un garaje, accesible a través una hueco de 50 centímetros por 50 centímetros que cerraba con un sofisticado sistema electrónico.
En ese reducido espacio Natascha vivió supuestamente los últimos ocho años, es decir, prácticamente toda su adolescencia, aunque en los últimos tiempos parece que algunas veces acompañó al supermercado e incluso en viajes de vacaciones a su secuestrador, con cuyos intereses ha dado muestras de haberse identificado.
Según los expertos, la joven sufre un fuerte 'síndrome de Estocolmo', fenómeno observado en personas secuestradas, que consiste desarrollar cierta simpatía y apego hacia el captor. Los padres de la joven han solicitado comprensión y paciencia a la prensa y tres días de tranquilidad "sin preguntas ni entrevistas molestas".