La hucha de las familias gaditanas empieza a hacer aguas. La capacidad de ahorro de los hogares de la provincia se ha reducido, escandalosamente para algunos analistas, a causa de inversiones inmobiliarias que no han dejado de crecer en número y valor desde finales de los años 90. Pero lo que se convirtió en la gallina de los huevos de oro para muchos propietarios, hoy se ha revelado como uno de las grandes preocupaciones para aquellos que buscan prosperar en su patrimonio. Las familias de la provincia deben dedicar ya la renta de siete años de trabajo a la compra de una vivienda, casi el doble de lo que necesitaban a finales de los años 90, cuando empezó la gran expansión inmobiliaria en la provincia.