Proteger a las personas, las viviendas y propiedades. Esta es la consigna que se transmite a los efectivos que luchan sin cuartel contra los incendios que ya han cambiado el paisaje gallego. El monte se da casi por perdido en todas partes. Por esto, los efectivos tienen la orden de acudir a las viviendas y propiedades amenazadas por un voraz fuego que no hace más que reproducirse por toda la geografía gallega desde que el viernes comenzara esta oleada de incendios que no cesa. Un vecino de Rianxo lo expresa así ante las cámaras de la televisión gallega: «Voy a ver si evito que me venga el fuego a la casa. Lo primero es atacar los focos que están cerca de las casas, después, el resto. Si arde el monte, pues que arda».