La aviación israelí ha vuelto a actuar en el sur del Líbano en apoyo de las fuerzas de tierra que operan en la aldea libanesa de Taibe. / AP
crisis en oriente medio

Israel continuará su ofensiva hasta recibir condiciones de seguridad para el alto el fuego

El presidente de los EEUU, George W.Bush, ha anunciado hoy que espera del Consejo de Seguridad un acuerdo más amplio para la paz

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El primer ministro israelí, Ehud Olmert, afirmó hoy que no habrá alto el fuego con la milicia chií libanesa Hizbulá en los próximos días. "No hay alto el fuego y no habrá alto el fuego", declaró en una comparecencia de prensa difundida por medios de comunicación locales. Olmert aseveró que Israel "continuará luchando" contra la organización chií, de la que dijo, "no podemos permitir que sigan fabricando más morteros ni más misiles". Además, pidió perdón "desde lo más hondo de mi corazón por todas las muertes de niños y mujeres en Qana", ya que "no eran nuestro objetivo, no eran nuestros enemigos y no íbamos a por ellos", remarcó.

La aviación israelí ha vuelto a actuar hoy en el sur del Líbano en apoyo de las fuerzas de tierra que operan en la aldea libanesa de Taibe, ha informado a primeras horas de esta tarde el portavoz de las Fuerzas Armadas. "No se trata de un ataque contra la localidad de Taibe sino en las inmediaciones", donde operan esas fuerzas, tres de cuyos soldados han resultado heridos cuando milicianos de Hezbolá les dispararon un cohete anti-tanque.

El primer ministro israelí Ehud Olmert y el titular de Defensa, Amir Peretz ordenaron a la Fuerza Aérea, de común acuerdo, cesar durante 48 horas sus bombardeos contra objetivos en el Líbano, pero reservándose el derecho de hacerlo para apoyar a las fuerzas de tierra, o contra los milicianos al disparar cohetes. Peretz añadió, en una sesión extraordinaria del Parlamento (Kneset), que Israel no aceptará un alto el fuego "inmediato" si no obedece a ciertas condiciones. "Como hombre de paz, os digo que no se debe proclamar un alto al fuego inmediato sin acuerdos previos", en alusión a que Israel no lo aceptará si Hezbolá no devuelve a los dos soldados hebreos que retiene secuestrados desde el pasado 12 de julio y si el Ejército libanés no despliega sus tropas en el sur del país para controlar la frontera.

La situación, agravada como consecuencia del ataque perpetrado ayer en Qaná, llevó a la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, a señalar poco antes de abandonar tierras israelíes que esta misma semana puede conseguirse un alto el fuego entre Israel y el Líbano. "Debe ser parte de un acuerdo de largo alcance que permita al Gobierno de Beirut tomar el control en el sur" del país, donde actualmente lo ejerce la milicia chií libanesa Hezbolá, ha precisado. La jefa de la diplomacia estadounidense solicitará esta semana a la ONU, probablemente en la reunión de ministros de Exteriores de los países que forman parte del Consejo de Seguridad, que apruebe una resolución sobre un alto al fuego.

Además, el Ejército israelí ha pedido hoy perdón por la muerte de un soldado libanés en un ataque de la aviación israelí, que pensó que en su vehículo viajaba un líder de la milicia chií Hezbolá, según informó la edición digital del diario israelí Yediot Aharonot. El ataque se produjo en la localidad de Qassmiya, al norte de Tiro. La aviación israelí creía que en el automóvil viajaba un alto responsable operativo de Hezbolá, pero tras el ataque se pudo comprobar que viajaban varios soldados. Fuentes oficiales libanesas informaron esta mañana de un ataque aéreo en el que murió un soldado y resultaron heridos otros tres.

Bush insiste en las condiciones para el "alto el fuego"

En este sentido, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, insistió hoy en que cualquier alto el fuego en Oriente Medio debe ir acompañado de un acuerdo más amplio que conduzca a una paz sostenible y duradera en la región, antes de avanzar que se reunirá esta noche en Washington con la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, que regresa de Oriente Medio tras una misión diplomática a la zona. Respecto a la próxima reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, esta semana, el presidente de EEUU sostiene que "trabajaremos para alcanzar un plan en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que haga frente a la raíz de los problemas, de forma que lo que salga del Consejo de Seguridad sea algo duradero y que la gente de Israel y el Líbano sean capaces de vivir en paz".

Por su parte, el ministro israelí de Justicia, Haim Ramón, ha matizado que la suspensión de los bombardeos no significa el fin de la "guerra" contra Hezbolá. "La suspensión de nuestras actividades aéreas no significa en ningún caso el fin de la guerra, al contrario, esta decisión nos permitirá ganar esta guerra y reducir las presiones internacionales". Sus palabras las ha reafirmado poco más tarde el ministro israelí de Defensa, Amir Peretz, quien ha subrayadado: "Estamos en una guerra para defender nuestros hogares, una guerra que se nos impuso, y estamos decididos a vencer".

El ministro de Exteriores iraní llega a Beirut

El ministro iraní de Exteriores, Manuchehr Motaki, llegó esta noche a Beirut y se reunió al poco de llegar con su colega libanés, Fawzi Saluj, según mostró la televisión libanesa. Motaki llegó a Beirut por vía terrestre, por la frontera norte del país con Siria -la única abierta en este momento-, evitando la llegada por medio de helicópteros o aviones militares, como están haciendo otros enviados diplomáticos. Además de su colega libanés, Motaki tiene previsto reunirse con el presidente Emile Lahud, el primer ministro Fuad Siniora y el presidente del parlamento, Nabih Berri, aunque se ignora si se reunirá también con alguno de los líderes del movimiento chií Hezbolá.

Motaki, que encabeza una delegación de alto nivel, realizó hoy una breve visita a Damasco, donde se entrevistó con su homólogo sirio, Walid Muallem, antes de continuar viaje hacia el Líbano. En declaraciones efectuadas desde Damasco, Motaki aseguró que con su viaje a Beirut pensaba mostrar el apoyo de Irán al gobierno y al pueblo del Líbano y expresar el rechazo de su país a los "horribles crímenes sionistas)". Irán está considerado como uno de los principales aliados de Hezbolá, que libra una guerra no declarada desde hace casi tres semanas con Israel en el sur y el este del Líbano. Según Teherán, el apoyo a Hezbolá es meramente moral, pero Israel asegura que Irán facilita armas y financiación al movimiento chií.