El Consejo europeo de ministros de Interior apoya una política común sobre inmigración
Algunos estados miembros, como Italia o Malta, criticaron la falta de "voluntad política" mostrada por algunos de sus socios comunitarios
Actualizado: GuardarLos ministros del Interior de la UE han reiterado hoy su apoyo a una política europea en materia de inmigración ilegal, pero algunos estados miembros, como Italia o Malta, criticaron la falta de "voluntad política" mostrada por algunos de sus socios comunitarios.
La inmigración es una "cuestión delicada y espinosa" para la que es absolutamente necesario contar con una "posición común", afirmó el comisario europeo de Seguridad, Franco Frattini, durante el debate público celebrado hoy sobre esta cuestión en la reunión del Consejo de ministros de Justicia e Interior de la UE. Para ello es necesario vincular inmigración y desarrollo, además de adoptar acciones operativas, como la futura red de patrullas costeras para el Mediterráneo y las costas Atlánticas o la operación específica en Canarias, que comenzará en agosto, afirmó el comisario.
Al respecto, el ministro finlandés del Interior, Kari Rajamaki, en nombre de la presidencia de turno de la UE que ocupa su país, señaló que la operación en las costas de Canarias y de Africa "puede servir de prueba para una cooperación efectiva de vigilancia de las fronteras de la UE". No obstante reconoció que "no es una tarea fácil a corto plazo". Sin embargo, y a pesar de que todos los países que intervinieron en el debate mostraron un apoyo decidido a la necesidad de una postura común en inmigración, también hubo ciertas críticas de algunos de los afectados, como Italia o Malta.
Críticas de Italia y Malta
El ministro italiano del Interior, Giulano Amato, afirmó que estamos ante "situaciones urgentes" de un "problema que afecta a todos" por lo que es "importante que haya una responsabilidad colectiva". Al mismo tiempo criticó el hecho de que las rutas de los ilegales cambien debido al cierre de algunas vías por parte de otros estados, sin solucionar realmente el problema. "Es decir, no ha disminuido la inmigración clandestina, simplemente se han modificado las vías", lo que calificó de "error" porque "cada uno de nosotros quiere reaccionar pensando en sí mismo, pero existimos como UE". Igualmente destacó la importancia de contar con acuerdos de readmisión de ilegales con los países de origen de Africa pero a nivel europeo y no bilateral. Al respecto, destacó que España tiene un acuerdo de readmisión con Marruecos y puede devolver a los inmigrantes pero Italia no lo tiene y "en estos momentos llegan muchos más marroquíes a Italia que a España y la situación es difícil".
También hubo críticas por parte del viceprimer ministro de Malta, Tonio Borg, que aseguró que estamos ante "una crisis en el Mediterráneo" a pesar de que era algo "que se podía prever". En su opinión "se están dando pasos en la buena dirección, pero queda mucho por hacer", pero todo es muy lento y puso como ejemplo el caso de su país, que en 2005 pidió fondos a la UE "y hasta ahora no hemos recibido ni un céntimo". "Es un tema complejo, no nos llevemos a engaño", dijo el representante maltés, que calificó la situación de su país de "sobrecogedora" por la cantidad de clandestinos que llegan. Borg dijo que "toda europa, incluyendo en norte y el mediterráneo tiene que llegar a una posición común" y lamentó el hecho de que "algunos estados no muestran la suficiente voluntad".
Más optimista se mostró el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, que destacó el "enorme" cambio de mentalidad que se ha producido entre los estados miembros. En estos momentos "ningún país considera que el problema de la inmigración ilegal es ajeno". En el mismo sentido, el ministro adjunto francés del Interior, Christian Estrosi, resaltó que se trata de un "problema que no es nacional, es europeo y hay que tratarlo como tal". "Los que sufren hoy la presión son los países fronterizos de la UE, especialmente los mediterráneos", con los que hay que tener solidaridad, dijo Estrosi, que sin embargo advirtió que "todos tienen que ser conscientes de que sus propias decisiones tienen efectos sobre los otros".