![Alberto Matilla, gerente de ARCA](https://s3.abcstatics.com/Media/201510/20/alberto-matilla--644x362.jpg)
Alberto Matilla: «Las administraciones están despreciando nuestra labor»
Gerente del centro ARCA para al rehabilitación del alcoholismo en Cádiz
Actualizado: GuardarLa situación es preocupante. Muchas entidades están asfixiadas por los impagos de las administraciones y el caso de ARCA (Asociación de AutoAyuda e In- Formación Sobre El Síndrome de Dependencia Alcohólica) es el ejemplo más claro de la falta de sensibilidad que han sufrido los servicios sociales como consecuencia de la crisis en la provincia de Cádiz. A pesar de tener a más de un centenar de pacientes, a pesar de la ayuda que presta, ahora mismo la organización no sabe cuánto tiempo va a seguir abierta y así lo reconoce el gerente del centro, Alberto Matilla.
-¿Qué es ARCA?
-ARCA es un centro multidisciplinar que atiende a personas con problemas derivados del consumo de alcohol. Actualmente estamos atendiendo alrededor del centenar de personas en activo, es decir que están en alguna fase del proceso de tratamiento.
– ¿Y en qué situación se encuentra ARCA?
–Es una situación bastante dura y lo estamos pasando muy mal. Sobre todo las personas que trabajan aquí. Hay quien está sufriendo por los avisos del banco ante impagos y la posibilidad de un desahucio, recibos de hipoteca a los que no se les puede hacer frente. La falta de sensibilidad de las administraciones de otros años por los retrasos ha llegado a otro nivel faltando al respeto a la labor que hacemos.
– ¿Tanto deben las administraciones?
–Las administraciones nos están despreciando. De los convenios firmados aún estamos pendientes de recibir de los cursos dados para el IEDT, la segunda parte del convenio del Ayuntamiento, también de la Diputación. En lo que llevamos de octubre no hemos recibido nada por lo que tenemos seis nóminas atrasadas a los trabajadores y con inminentes cortes de luz, de teléfonos y en situaciones muy precarias. Aún así hacemos todo lo posible para que no repercuta en la atención a los pacientes.
– ¿Hasta cuándo se puede aguantar esta situación?
–Pues no lo sé. Nuestra obligación es permanecer abiertos hasta el 31 de diciembre y no sabemos si van a llegar nuevos convenios o no, porque simplemente no nos reciben. Llevamos meses pidiendo entrevistas con el alcalde y responsable de asuntos sociales del Ayuntamiento de Cádiz y de momento no nos han hecho caso. En Diputación sí nos recibió la delegada encargada y sí hay interés pero no lo he podido confirmar con la presidenta. Pero en la situación actual, si se siguen retrasando los pagos y no llegan los fondos no tendremos más remedio que cerrar. Lo que sí tengo que decir es que no se ha visto afectada la atención a nuestros pacientes por el esfuerzo realizado. Además tengo que destacar que de lo que sí estamos orgullosos es de haber creado un centro para Cádiz y su provincia de tan alto nivel.
– ¿Tan grave es el problema del alcohol?
–Estamos en uno de los países europeos en los que más se consume alcohol, más fácil de obtener y la edad de inicio es de las más bajas. La provincia de Cádiz el consumo de alcohol es muy alto. Hay que diferenciar que hay consumo racionado porque es una tierra rica en vinos y caldos pero ese consumo está perdiendo campo frente a los destilados y la forma de beber anglosajona o nórdica del atracón. La juventud no tiene percepción de riesgo en la búsqueda del placer automático y las bebidas alcohólicas están dejando de ser un elemento gastronómico, que es lo que debería de ser, para ser un vehículo de alteraciones de la conciencia
– Y por qué está ocurriendo esto
–Vivimos en una sociedad en la que se buscan realidades paralelas porque la insatisfacción está instalada, con desesperanza, con frustraciones que se canalizan a través de una droga muy potente como es el alcohol y está haciendo un daño tremendo con tasas elevadísimas, accidentes de tráfico. Problemas de comunicación, aumento de la incapacidad para encontrar el placer por otras vías. Nos están bombardeando continuamente con campañas publicitarias de bebidas alcohólicas relacionadas con el deporte, la música, el ocio. Difícilmente se puede entender el riesgo. No es consciente del problema cuando lo normal es beber y cuando una persona que no bebe le cuesta trabajo integrarse en el entorno. Hay que revertir esa situación y corresponde la labor a los poderes públicos. Pero tenemos la batalla perdida pues existe la sensación de que el alcohol es inocuo.