«Me convenció con la gestión del Ministerio y prometió papeles en dos meses»
Artemio Saucedo fue uno de los 5.000 extranjeros latinos que cayó en la trampa de Eurowork
Actualizado:Todo parecía muy fácil. No había problemas. Artemio Saucedo fue uno de los 5.000 extranjeros latinos que cayó en la trampa de Eurowork, arrastrado por la necesidad del momento. Este peruano que tiene ahora 55 años llegó a España para trabajar en la hostelería y en 2006 pensó que Madrid podría ser también el destino de uno de sus sobrinos que se ganaba la vida en Lima como albañil. Fue entonces cuando empezó a madurar esa publicidad de Eurowok que facilitaba visados y contratos de trabajo a inmigrantes.
«Tardé dos meses en acudir a la oficina de la empresa en la calle Alcalá». Su sobrino estaba deseando venir, incluso abandonó su empleo en Perú para iniciar el viaje. La exconcejal Mónica González fue quien atendió personalmente a Artemio y «me convenció mostrando documentos del Ministerio de Trabajo español y de la agilidad con la que se expedían los visados».
Le aseguró que en dos meses tendría el papeleo solucionado y la mejor muestra de ello o, quizás, el mejor gancho para despertar la atención de los incautos y evitar sospechas era «el enorme tablón que había en la pared del despacho con solicitudes confirmadas». Artemio pagó los 480 euros y Mónica le comunicó que una vez que su sobrino empezara a trabajar «tenía que depositar otros 480 euros a Eurowork». Nunca más tuvo noticias de la gestión. La oficina cerró en diciembre de 2006. Artemio perdió el dinero y su sobrino no viajó a España. Este peruano, casado y con tres hijos, piensa ya en el retorno a su país.