
Desembarco coreano en Puerto Real
Una comisión del astillero de Daewoo supervisará la construcción de los petroleros
Actualizado: GuardarUna delegación de ingenieros del astillero coreano de Daewoo visitará la semana que viene la factoría de PuertoReal para verificar el suministro de los materiales que se utilizarán en la construcción de los cuatro petroleros. Esta comisión técnica se encargará a su vez de supervisar los distintos procesos de calidad de la obra. No hay que olvidar que Navantia firmó con el astillero asiático un acuerdo estratégico para sacar adelante el encargo realizado por el grupo vasco Ibaizábal.
Los coreanos son quienes aportan el diseño, la patente tecnológica y los bienes de equipo necesarios para la fabricación de estos buques. Navantia, por su parte, participa en el proyecto como mano de obra.
Se trata de una fórmula mixta que ha permitido a Navantia regresar al mercado civil de los petroleros después de veinte años de ausencia. La compañía española abandonó en la década de los noventa esta línea de negocio, de la que fue referente internacional, para dedicarse a fondo a la construcción militar. Los asiáticos fueron quienes ocuparon entonces el hueco y han desarrollado en estos años una tecnología propia que los ha llevado a liderar el mercado. La construcción de gaseros y petroleros de última generación está dominada por Corea y Japón.
Al margen de las cuestiones técnicas que rodearon la firma del contrato de los petroleros se puede decir que el encargo del grupo Ibaizábal ya es una realidad. El astillero de Puerto Real inició este miércoles, como adelantó ayer LA VOZ en su edición digital, la construcción de los buques con el corte de chapa. De esta forma, se da el pistoletazo de salida a una obra que devuelve la actividad a las plantas de la Bahía después de tres años de sequía en la producción naval. Los últimos barcos que salieron del dique puertorrealeño fueron, precisamente, los patrulleros venezolanos que se construyeron entre 2008 y 2012. De hecho, la última construcción naval que ha tenido lugar en el astillero de PuertoReal fue la del buque ‘Kariña’, que se entregó a la Marina de Venezuela en abril de 2012.
Más de tres años de sequía
Desde entonces, la factoría ha estado paralizada casi en su totalidad, participando solo en labores de apoyo en el área de reparaciones. La actividad volvió al astillero de forma muy tímida el pasado diciembre con el inicio de la obra de Iberdrola. La compañía eléctrica adjudicó a Navantia la construcción de una plataforma para albergar una de las unidades de transformación eléctrica que ubicará en el campo eólico-marino que promueve en el Mar delNorte.
Todo apunta a que la puesta de quilla, es decir, la primera estructura de los petroleros que se ensamblará en el dique, se llevará a cabo a finales de año. Varios representantes del grupo vasco Ibaizábal acompañarán también a la comisión técnica coreana.
El contrato para la construcción de estos barcos se firmó el pasado 30 de julio después de una compleja negociación que arrancó el 9 marzo de este mismo año con una declaración de intenciones entre Navantia y el grupo vasco. Esta carta de voluntades recogió la hoja de ruta a seguir, mediante la cual se selló el compromiso entre las partes para desarrollar la construcción de cuatro petroleros, con opción a dos más, de la serie Suezmax. Se trata de buques especiales para navegar por el canal de Suez.
La obra supone 23 meses de carga de trabajo, que se repartirán entre el astillero de Puerto Real y la factoría gallega de Ferrol, aunque la Bahía de Cádiz será el epicentro de la producción. La planta gallega se encargará de fabricar los bloques de proa que, posteriormente, se ensamblarán en el astillero gaditano. La construcción de cada barco supondrá unas 725.000 horas de trabajo, es decir, que para los cuatro primeros, el volumen de mano de obra significará unos 3 millones de horas de trabajo para los astilleros de Navantia en la Bahía de Cádiz y en la Ría de Ferrol, así como en las empresas auxiliares.